Pese a mi antipatía personal por Gonzalo de Castro, por lo que os conté aquí, nunca pondré en duda sus dotes de actor. Razón por la que comparto su recitado de este poema sobre los estragos del paso del tiempo, quizás la composición más conocida de Jaime Gil de Biedma (1929-1990), uno de los poetas más importantes de la segunda mitad del siglo XX en España.
No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
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