Sinopsis:
El pintor holandés post-impresionista, Van Gogh, se mudó en 1886 a Francia, donde vivió un tiempo conociendo a miembros de la vanguardia incluyendo a Paul Gaugin. Una época en la que pintó las obras maestras espectaculares que son reconocibles en todo el mundo hoy en día.
Para empezar, tiré de San Google para ver a qué edad murió el pintor, porque me chocaba que lo encarnase Willem Dafoe, que no es un pipiolo precisamente a sus 63 años. Cuando leí que el pintor falleció a los 37 años, me costaba no detener la suspensión de la credibilidad, por muy buen trabajo que desempeñe el actor, por cierto nominado al Óscar. Por si eso fuera poco, la película no aporta nada que no haya visto en otros biopics sobre el artista, como Van Gogh, painted with words, o Loving Vincent, por muy acertada sea la ambientación, e incluso peca de pretenciosa y lenta.
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