Sinopsis:
Recoge las memorias de Jaime Fanjul, nacido en Salamanca en 1902 en el seno de una familia burguesa apasionada por las serpientes, y nos propone un recorrido valleinclanesco por el siglo XX a través de sus recuerdos y viajes. No hay clave fundamental del siglo que esta prodigiosa novela no evoque: de la llegada del mar a Salamanca al breve auge de los coches impulsados por el pensamiento; de la terrible crueldad de las cárceles portuguesas a la guerra de los de Alicante contra España (y los holandeses contra el resto del mundo),...
No hace mucho os comenté que estaba leyendo esta novela al contaros el intercambio de tuits con el autor, Rodrigo Cortés.
No me acababa de atrever a ponerme con la lectura a raíz de un especial de Todopoderosos dedicado a la aparición del libro, ya que allí insistían en lo poco fácil que era de entender. Asustada me tenían. En vano, menos mal.
La novela es difícil, no de leer sino de clasificar, pero es muy disfrutable. Primero, por el dominio del lenguaje y de la expresión, tan poco común en la literatura reciente. Segundo, por el cúmulo de motivos narrativos que concurre en el periplo vital de Jaime Fangul, el protagonista, que comprende elementos tan dispares como el costumbrismo, el realismo mágico o la greguería, por poner tres ejemplos. A pesar de algunos fragmentos duros de digerir, el resto se lee con una sonrisa en los labios cuando no con carcajadas.
Por mi origen, me ha chocado la beligerancia de mis paisanos alicantinos que les lleva a declarar la guerra al resto de España. Así, nos cuenta una historia truculenta entre un rey y su hija, la princesa, que da lugar al reino que "se llama hoy Alicante y que por eso los de Alicante están hoy como están, como cabras están, y van por ahí invadiéndolo todo, con una sed de sangre que no se entiende, como si fueran sanguijuelas de río o algo".
He disfrutado con la lectura, la verdad, y creo que la repetiré, así como espero que Rodrigo Cortés en el futuro siga ahondando en la creación literaria.
Posdata de enero de 2023:
Este libro lo leí en digital. Como me gustó tanto, he querido tenerlo en papel, con el atractivo añadido de la dedicatoria y la firma del propio autor.