
2008 besos.
Los componentes de este blog somos un grupo de amigos dispersos por el mundo que charlamos de lo divino y de lo humano. Desde el respeto y la buena educación, nuestras posturas coincidirán a veces, mientras que otras divergirán totalmente. Sin tratar de imponerlas a los demás, cada cual se responsabiliza de sus propias opiniones. Si alguien desea excluir de él una imagen con derechos de autor, por favor, envíeme un correo y será eliminada de inmediato. Sed todos bienvenidos.
DANSES DEL REI MORO | |
Estas fiestas tiene lugar del 26 de diciembre al 1 de enero. El día 8 de diciembre los "danseros" (todos los jovenes de 18 años) leen el pregón, donde hacen una crítica humorística de todo aquello que ha sucedido en el pueblo durante el año. El pregón se repite tantas vecex como bares hay en el pueblo. A partir del dí 26, los danseros salen a baillar con su pareja a la plaza con la indumentaria tradicional de Agost. La noche del 27 se conoce como "la nit dels coets", y es también la noche en que se le hace una serenata a la Reyna Mora. Durante "la nit dels coets" el Rey Moro, los danseros y todas las personas que lo deseen, recorren el pueblo tirando cohetes, petardos i carretillas. El día 28 el Rey y la Reyna Mora salen a bailar a la plaza con los danseros. El último día tiene lugar la subida a por las naranjas i el relevo de los que seran danseros el año siguiente. En esta fiesta adquiere protagonismo la música de "dolçaina i tabalet", con un ritmo conocido como la "Taranina" que marca el inicio y el fin del baile. | |
Aquí está la sinopsis:
Isabella de Betancourt y Dolores Hamilton son dos adolescentes pertenecientes a la alta burguesía británica instalada en Tenerife a finales del siglo XIX. Su vida ha transcurrido apacible y regalada, con el único objeto de casarse y perpetuar con su matrimonio el juego de alianzas e intereses que han diseñado para ellas sus mayores. La llegada a la isla de Scott y Thomas, dos muchachos de su edad, cambiará sus vidas y les hará enfrentarse por primera vez con las rígidas normas sociales de sus familias y de su clase. En vano tratarán de refugiarse en Soria Moria —un lugar mítico de los cuentos nórdicos, a salvo del tiempo y de la muerte—, pero ya ha pasado el momento de la imaginación y de los juegos infantiles, y la realidad se impone con la llegada de la edad adulta. Y por si eso fuera poco, el año 1914 está a punto de comenzar, y con él una guerra de proporciones hasta entonces desconocidas…
Leer Soria Moria me está pareciendo como leer una nueva novela de Jane Austen, con la problemática de la época, el clima de la época y la contemplación propia de una novela de esta línea. Los personajes son reservados y guardan más de lo que muestran. No es una novela complicada, sigue un patrón y está bien trabajada. De todo lo que he leído de Espido Freire es lo que más me está gustando por ahora.Quisiera poner aquí uno de los poemas que Alfonsina dedicó a su amor tardío, en el que le reprocha amargamente que busque en ella la "pureza" de la virginidad cuando lo que debería entender es que las experiencias vividas tienen tanto o más valor que esa supuesta virtud. El problema es que la pobre Alfonsina, que fue madre soltera con todas las consecuencias, se adelantaba demasiado, tanto en el tiempo (primera mitad de siglo) como en el espacio, pues me imagino que en Argentina en esa época no debían de tener una mentalidad muy amplia de miras, que digamos, salvo en determinados círculos o en el caso de algunas personas más liberadas de prejuicios. Por desgracia para Alfonsina, su amante no era de estos últimos.
Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.
Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone)
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone)
¡Me pretendes alba!
Huye hacia los bosques;
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.
La revista ha decidido reírse de sí misma y de su famosa portada sobre los príncipes de Asturias. Pero, como puede observarse, esta vez no ha querido jugársela y que se repita la condena, injusta en mi opinión.