¿Te acuerdas de aquel tiempo, cuando las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico 'Pito-pito gorgorito. donde vas tú tan bonito?. A la era verdadera. pim pom fuera!'?
Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple. 'No ha valido' o ¡CASA!. Los errores se arreglaban diciendo simplemente 'Empezamos otra vez'.
El peor castigo y condena era que te hicieran escribir 100 veces 'No debo.' Tener mucho dinero solo significaba poder comprarte un helado o una bolsa de chucherías a la salida del cole.
Hacer una montaña de arena podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde.
Siempre descubrías tus más ocultas habilidades a causa de un ¿A que no haces esto?
No había nada más prohibido que jugar con fuego.
TONTO EL ÚLTIMO Era lo único que nos hacía correr como locos hasta que sentíamos que el corazón se nos salía del pecho.
El 'poli y ladrón' era solo un juego para el recreo, y por supuesto era mucho más divertido ser ladrón que policía.
Los globos de agua eran la más moderna, poderosa y eficiente arma que jamás se había inventado.
La mayor desilusión era solo haber sido elegidos últimos para el equipo del cole.
Nunca faltaban los caramelos que tiraban los reyes en Navidad, ni el dinero que nos dejaba el ratoncito Pérez bajo la almohada.
'GUERRA' solo significaba arrojarse tizas y bolas de papel durante las horas libres en clase.
Los helados y la leche con galletas constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales.
Quitarte las ruedas pequeñas a la bici significaba un gran paso en tu vida.
El mayor negocio del siglo era conseguir cambiar los diez cromos repetidos por el que hacía tanto tiempo que buscabas.
Hacer cabañas con ramas cuando íbamos de excursión al campo nos entretenía durante horas hasta que venían a avisarnos de que teníamos que marchar y llorábamos desconsolados.
Todos te admiraban si lograbas cruzar la comba mientras saltabas.
Era un gran tesoro si encontrabas trozos de escayola en los cubos de basura y poder dibujar en el suelo y jugar.
Sentarnos frente al televisor a las 5 en punto con los ojos desencajados y ver 'Barrio Sésamo'.
Creerte Superman o Supergirl y ponerte el 'babi' del cole a modo de capa mientras subidos en cualquier escalón deseabas con todas tus fuerzas poder volar como ellos.
Todas estas simples cosas nos hacían felices, no necesitábamos nada más. un balón, una comba y dos amigos con los que hacer el ganso durante todo el día.
SI PODÉIS RECORDAR LA MAYORÍA DE ESTAS COSAS Y HE CONSEGUIDO QUE SONRIÁIS, SIGNIFICA QUE HABÉIS TENIDO UNA INFANCIA FELIZ Y QUE TODAVÍA OS QUEDA DENTRO ALGO DEL NIÑO QUE ÉRAMOS NO HACE TANTO TIEMPO.
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