Hace unos días fuimos al cine. Pedro entró a ver Soy leyenda, pero a mí no me apetecía ver a Will Smith, aunque me cae muy bien, perseguido por vampiros, de modo que, por descarte, vi El espía. No me arrepentí.
Éste es su argumento:
En febrero de 2001, el conocido agente del FBI Robert Hanssen fue declarado culpable de traición contra los Estados Unidos. Durante más de dos décadas, Hanssen vendió secretos clave de inteligencia a la antigua Unión Soviética deliberada y sistemáticamente. Hoy, el ganador de un premio de la Academia, Chris Cooper protagoniza a Hanssen, uno de los espías más famosos de Estados Unidos.
Ryan Phillipe (qué guapo es el chaval) se une a Cooper interpretando a Eric O´Neill, el joven agente en prácticas seleccionado por el FBI para ayudar a descubrir la tapadera de Hanssen. Cuando ascienden a O´Neill de su trabajo de vigilancia de poca monta al cuartel general del FBI, su sueño de convertirse en un agente hecho y derecho está a punto de convertirse en realidad. Aún más impresionante es que O´Neill es seleccionado para trabajar para el conocido operativo Hanssen dentro de "seguridad de información", una nueva división creada para proteger toda la inteligencia clasificada del FBI. Sin embargo, su entusiasmo pronto se convierte en ansiedad cuando O´Neill se enfrenta a la auténtica razón detrás de su inesperada promoción. Hanssen es el único objetivo de una investigación larga y de alto secreto; es sospechoso de ser un topo que se ha convertido en extremadamente peligroso por la importancia puramente global de la información que protege.
El FBI pide a O´Neill que utilice la creciente confianza que Hanssen tiene en el aprendiz para hacer salir poco a poco al traidor de la madriguera. Ahora, involucrado en un juego letal de espía contra espía, O´Neill se ve luchando para detener a Hanssen antes de que el agente doble traidor pueda destruirlo a él, su familia y la nación que han jurado servir.
No nos hallamos ante una típica película de espías, sino que cobra mucha importancia todo lo que acontece en la vida de éstos, de tal modo que también se nos introduce de manera inteligente en sus hogares, tanto en el de Hanssen (un católico fundamentalista depravado sexual) y su mujer como en el de O’Neill (con ansias de trepar pero también de cumplir con su deber) y su esposa. Los responsables del filme no sólo cuidan el logrado suspense del relato, sino que además manejan con habilidad la vertiente emocional. Sin apenas violencia explícita ni gratuita ni efectos especiales. Una película adulta y para adultos.
2 comentarios:
Nada más empezar he leído en el cartel RYAN PHILLIPE... con eso me basta! No entiendo por qué pero lo tenía medio olvidado... aaaaay ese Sebastian en "Crueles Intenciones"... no tengo palabras.
Pues que sepas que el chico va mejorando con los años. A este paso me voy a hacer asaltacunas :-)
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