martes, 12 de abril de 2011

Gestos europeos


Ayer nos comentaba Jesús que quizá habría más dinero para cultura si algún eurodiputado dejara de viajar en primera o renunciase a alguna de sus dietas. Hay que tener poca vergüenza para negarse a perder alguno de sus privilegios teniendo un sueldo de 6.000 euros netos al mes, más dietas de 4.200 euros también al mes, más 4.400 euros anuales para viajes, y 320 euros diarios por asistencia a su trabajo. ¿Qué clase de trabajo es ese donde tienes un salario sin asistir a él y, si te dignas hacer acto de presencia, encima te dan un sobresueldo?

Mi indignación la comparte Andreu Buenafuente en la siguiente columna:

Nunca hay que despreciar el valor de los gestos, y los eurodiputados, congelando sus importantes salarios y renunciando a dejar de volar en primera clase, lo han hecho. Mal. Muy mal. Por eso se ha montado un incendio en las redes, señalándolos con el gran dedo digital y colocándolos en el centro del debate y el cabreo general. Quizá el error sea de base. Los eurodiputados, como todos los representantes políticos, nunca deben considerarse una élite, ni unos escogidos. Son unas personas que hemos escogido para que gestionen (?) unas empresas que se llaman España y Europa. Son unos trabajadores. Tanto discurso, tanto traje, tanta ley, tanta cena, tanta recepción les han hecho perder la cabeza. Y han escogido un mal momento, con una tasa de paro por las nubes, en un momento de depresión y preocupación colectivas. Un error como toda la ciudad de Bruselas entera y el Parlamento incluidos.

http://www.interviu.es/opinion/el-berenjenal/gestos-europeos

3 comentarios:

Jesús dijo...

Estoy de acuerdo con Buenafuente en todas las cosas que dice salvo una.

Puede que Bruselas no sea la ciudad más bonita de Europa, según mi opinión. Asimismo, considero que la capital de Europa debería ser otra, aunque su excelente ubicación y su excelente sistema de comunicaciones la hagan idónea para quedarse con capitalidad.

Pero no creo que Bruselas sea un error. Un error es no disfrutar de su Gran Place, de sus edificios góticos, de las tiendas de antigüedades del Sablón, de sus edificios modernistas, de sus parques y jardines, de su Museo de Bellas Artes, de su Museo del Congo.

Un error es no disfrutar de una buena cerveza, o de unos buenos chocolates.

Así que, desde aquí, invito a Buenafuente y, a quien quiera apuntarse, a una escapadita a Bruselas, a esa Bruselas que yo conozco. Os voy a demostrar que no es un error.

Johnny dijo...

Mejor ni hablar de políticos, son todos iguales.

Mari Pau dijo...

Tiene razón Jesús, Bruselas no tiene la culpa de que los sinvergüenzas de los eurodiputados no quieran bajarse el sueldo en esta época de crisis.