A sus 67 años, Barney Panofsky decide escribir la historia de su vida para defenderse de las calumnias de su archienemigo, el escritor Terry McIver, así como de la eterna sospecha de haber asesinado a Boogie, su mejor amigo de juventud. Entre demasiados puros, mucho whisky y su obsesión con el hockey sobre hielo, Barney rememora la vida difusa y disipada que lo llevó a vivir en París con la intención de ser escritor, para después regresar a su natal Montreal a enriquecerse con una compañía productora de series de televisión, llamada Totally Unnecessary Productions. Barney recuerda sus tres matrimonios fallidos, atormentado por el remordimiento de perder a su verdadero amor, su adorada Miriam, pero nunca pierde su mayor virtud: un humor ácido que le permite burlarse de todo, especialmente de sí mismo.
Para pasar el tiempo de vacaciones forzosas, estoy leyendo bastante estos días. He acabado esta extensa novela del canadiense Mordecai Richter, cuando pensé que no lo haría. Al principio, con tanta ida y venida en el tiempo, me perdía y estuve a punto de abandonar la lectura, hasta que comencé a conocer los personajes y los acontecimientos y relaciones que les movían y que me empujaban a seguir leyendo. Así pude disfrutar de la irreverencia, la mordacidad, y también la bondad del incorregible Barney Panofsky, que decide ofrecernos su versión de los hechos, y advierte que lo va a hacer «exactamente como le venga en gana»: esto es, yendo adelante y atrás en el tiempo para relatarnos caprichosamente momentos más o menos relevantes de su vida, desde que se fuera a París a principios de los 50 para, rodeado de artistas pero sin llegar a sentirse uno de ellos, disfrutar de la bohemia, hasta que, cumplidos los 67 años, el Alzheimer lo inhabilita para seguir con el manuscrito; quedando su primogénito, Michael, encargado de acotarlo y de ponerle un colofón triste con sorpresa final incluida.
Existe una versión cinematográfica protagonizada por Paul Giamatti y Dustin Hoffman pero no la he visto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario