lunes, 16 de julio de 2012

Sexo en Milán

Sinopsis:
«No se cocina jamás para alguien a quien se odia… »Tú y yo cuando cocinamos para alguien es porque le queremos, porque queremos quererlo, o porque cabe la posibilidad de que le queramos. Si hay algo importante que he aprendido, es que la vida hay que celebrarla a la menor ocasión, que el día de hoy no vuelve y que pasado mañana tendremos ochenta y tantos y no habrá marcha atrás. Piénsalo, no importa la edad que tengas, jamás serás más joven que hoy, y cuando con esos ochenta y tantos estés plácidamente sentada pensando en tu vida, recordarás el día en que cogiste el coche y condujiste cinco horas del tirón para darle una sorpresa a alguien, y las veinte veces que te besaron por primera vez. »Te invito a que me acompañes en estas páginas. Este libro no tiene más pretensión que la de ser una reunión de amigos a la que me gustaría que asistieses en asiento preferente. Son solo algunos pensamientos sobre el amor, la amistad y la felicidad cotidiana, la que a menudo se nos olvida porque eso que llamamos vida nos arrastra. ¿Te vienes?»



José Ángel me regaló por mi cumple el libro Sexo en Milán, escrito por mi paisana, la actriz alicantina Ana Milán.  Cuenta con extensas aportaciones de amigos suyos tan populares como Patricia Conde, Malú, Raquel Martos, Màxim Huerta, Imanol Arias, Santi Millán, Maribel G. Milán, Cristina Alcázar, Alexandra Jiménez o Raquel Sánchez Silva. Ignoro si estos cobrarán, pero le han escrito la mitad del libro.

Impregnado de glamur hasta con tipografía en color rosa chicle, pretende ser, en plan Sexo en Nueva York, como una reunión de amigas que hablan de hombres y de los diferentes estados por los que pasa una relación. Según reza la contraportada: Un libro para chicas, que deberían leer los chicos. Un texto ágil y divertido, perfumado por la sonrisa elegante de su autora.

Lo que menos me atrae es que abundan las recetas de cocina, lo que no veo que venga mucho a cuento, al menos a mí no me aporta nada.

1 comentario:

Johnny dijo...

Recomendada a Aymé y ya que lo tenga ella, tal vez me de una vuelta yo para ver cómo piensan ustedes las damas y entenderlas mejor.