jueves, 17 de enero de 2019

Brexit: The Uncivil War



Sinopsis:
Film que desentraña la anatomía del histórico referéndum del Brexit, que culminó en la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea. Un retrato detrás de las cámaras sobre la campaña política y sobre las tácticas utilizadas para reconducir la opinión de todo un país.


Qué valientes y qué prestos han sido los ingleses para llevar a la pantalla un momento histórico que ni siquiera ha concluido en este momento. En hora y media han resumido un proceso, completamente inútil desde su gestación, cuyo desenlace aún no está claro. Aunque el tratamiento es de comedia satírica, el fondo es terrorífico: existen unas empresas que analizan las redes sociales y orientan el voto de la mayoría indecisa; de ahí se explica el resultado del referéndum británico y que Estados Unidos tenga el presidente que tiene. Da miedito. Por no hablar de las fake news: con eslóganes como “Take back control” (“recuperemos el control”). y consignas como la de recuperar los supuestos 350 millones de libras que el país paga a Europa, Cummings consiguió implantar su mensaje aunque tuviese que recurrir a mentiras que, dichas mil veces, acababan convirtiéndose en verdad para los votantes.


Huelga decir que mi principal interés reside en la presencia de Benedict Cumberbatch, activista proeuropeo él, una de las 300 personalidades del mundo de la cultura que firmó la carta antibrexit en la que mantenían que “Gran Bretaña no solo es más fuerte en Europa, también es más imaginativa y más creativa; y nuestro éxito creativo en el mundo se vería gravemente debilitado si nos alejamos de ella”.


Interés a pesar de lo poco agraciado que aparece: calvo y con lentillas que ocultan su maravillosa heterecromía, y, para colmo, rebaja su característico vozarrón. Con todo, su interpretación es tan espléndida como cabe esperar de él; de hecho, no me viene a la memoria otro actor que haya encarnado a tantos personajes reales, desde este MP Dominic Cummings hasta Stephen Hawking, pasando por Julian Assange, Billy Bulger, Van Gogh o Alan Turing, entre otros, lo que demuestra su capacidad de mimetismo y su enorme talento.

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