miércoles, 30 de enero de 2019

El olor de las especias



Sinopsis:
Febrero de 962. Convencidos de que están protegiendo la paz del rey y con el objetivo de recuperar una partida de ganado que les ha sido robada, un grupo de caballeros de Castilla asalta la fortaleza leonesa del conde Gonzalo, al que ejecutan en un arranque de furia y locura. Desconocen que se trata de uno de los vasallos más queridos del rey Sancho, quien exige para ellos un castigo ejemplar. Temiéndose lo peor, los villanos solicitan la protección de Fernán González y este los envía a Córdoba como escolta del destronado Ordoño IV.
Es así como Asur, Munnio, Gundisalvo y Mudarra se convierten en una pieza más de la compleja intriga que los grandes reyes cristianos y sus señores feudales juegan para afianzar su poder en la península ibérica, y se embarcan en un apasionante periplo por la España musulmana repleto de aventuras y peligros.

No hace mucho os comentaba que la historia de España es de tal riqueza a lo largo de tantos siglos que da para innumerables novelas históricas. Del siglo XVII de El pintor de Flandes me he retrotraído en el tiempo hasta la Edad Media, en concreto el siglo X y la convivencia frágil en la Península Ibérica de tres culturas: la católica, la musulmana y la judía.

Creo que el título me confundió a la hora de comprar esta novela. Tonta de mí, pensaba que contendría un componente amoroso exótico. No es que carezca de él pero es tan secundario y aparece tan avanzada la trama que casi es anecdótico. Para entonces, ya me estaba aburriendo de tantos detalles sobre, por ejemplo, los distintos componentes de la vestimenta de un caballero medieval o las diferentes corrientes en el islamismo. El autor está sumamente documentado, lo que a veces es de agradecer y valorar, pero otras no tanto. O simplemente es culpa mía por no leer entre líneas la sinopsis de la contraportada.

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