Tras el paseo por el Retiro y la obligada parada en Santa Gema, tradición en los viajes de las Amas de Casa, para pedirle salud sobre todo y darle las gracias por permitirnos volver a visitarla, nos dirigimos al Templo de Debod, otro de los enclaves madrileños que desconocía.
Se trata de un templo egipcio del siglo II a. d. C. instalado en el Parque del Cuartel de la Montaña, cerca de la Plaza de España. El templo fue donado a España por el gobierno egipcio para evitar que quedara inundado tras la construcción de la gran presa de Asuán.
La pena fue que estaba cerrado y ni siquiera contenían agua las piscinas. Habrá que regresar en otra ocasión. Al menos divisamos unas bonitas vistas desde un mirador.
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