viernes, 20 de abril de 2012

El vals lento de las tortugas


Sinopsis:

La novela continúa con la vida de las y los protagonistas de Los ojos amarillos de los cocodrilos: Joséphine y Zoé se han instalado en un buen barrio de París gracias al éxito de la novela que finalmente ha reivindicado su verdadera autora.
Horténse se ha ido a estudiar moda a Londres y ve frecuentemente a Gary, el hijo de Shirley, quien también ha decidido vivir una temporada en Inglaterra. Philippe y su hijo también se han trasladado a Londres aunque van frecuentemente a París a visitar a Iris, ingresada en una clínica psiquiátrica por hallarse en una profunda depresión.
La madre de Joséphine y de Iris, Henriette, trama una venganza contra su ex marido y su amante, Josiane, quienes por fin han encontrado la felicidad y están extasiados con los poderes casi sobrenaturales de su hijo de meses.
De nuevo, un retablo de las vidas de unos personajes con los que los lectores de todo el mundo podrán sentirse identificados.

El blog me está resultando un buen chivato de mis lecturas. Tuve la santa paciencia de contra los libros que he reseñado desde enero de 2010 hasta ahora y me salieron unos 140, más o menos uno por semana. En febrero del año pasado leí Los ojos amarillos de los cocodrilos de Katherine Pancol. Al ver en la biblioteca la continuación, me decidí a leerla, a pesar de sus más de 600 páginas y, lo que es peor, de que no me acordaba de la anterior. Menos mal que mi amiga Mariló estaba leyéndola y me refrescó las relaciones entre los personajes. Creo que he disfrutado de esta mucho más que de la primera y me he enamorado de la familia Cortès y aledaños. Ahora que la tengo fresca, quizá sería el momento ideal de ponerme con la tercera parte, pero prefiero posponer la golosina, a pesar de que sí, corro el peligro de que después no me acuerde de esta.

1 comentario:

Johnny dijo...

Eres una devoradora de libros, lo cual envidio porque buenos, regulares o malos, te abren una ventana a otra realidad y dejan volar tu imaginación, que es un ejercicio estupendo de la mente, cosa que nos hace falta a la mayoría de nosotros, ya que nos preocupamos por la alimentación del cuerpo y alma y mente quedan en segundo plano.