El miércoles tuvo lugar un simulacro de incendio
en el Centro Social. Un técnico de la empresa de prevención de riesgos
laborales nos reunió para explicar a los compañeros, conserje, trabajadoras
sociales y empleadas de limpieza, la labor de cada uno en un supuesto incendio
originado en la cocina de la cafetería. Se suponía que la compañera de limpieza
detectaría el humo, avisaría a gritos al conserje, este subiría a ver qué
pasaba, bajaría a por el extintor y, en vista de que no era suficiente para
apagarlo, accionaría la alarma. Entre todos los empleados evacuarían las dos
plantas asegurándose de que no se quedase nadie dentro y vigilando para que
nadie se colase en el edificio. A continuación, el conserje llamaría a los
bomberos y desactivaría la alarma.
Me enorgullece decir que salió todo a la
perfección y en menos de cinco minutos se completó la evacuación. Eso sí, nos
costaba disimular la risa porque somos muy malos actores. No sé, y espero no
llegar a saberlo, si en un caso real saldría todo tan fácil.
Mi gran disgusto,
y, tirando mi reputación por los suelos, así se lo comuniqué al alcalde cuando
me vio por la noche y me preguntó al respecto, fue que ¡no vinieron bomberos!
¡Con la ilusión que me hacía ver en acción (sobre todo sabiendo que no existía
peligro) a esos aguerridos luchadores de calendario, manguera en mano! ¿Por qué
en el simulacro de la Casa de Cultura sí y en el nuestro no? ¿Cómo pretendemos que
progrese el mundo habiendo injusticias como esta?
5 comentarios:
Aunque lo tomemos a broma, al menos nos damos cuenta cómo debemos actuar en un momento de crisis. Aquí, año con año, realizamos simulacros de todo tipo en prevención de accidentes en el alumnado.
Nosotros en mi instituto hacemos un simulacro cada año pero, amigos, creo que no os sosprenderá lo que voy a decir después de lo que os he contado de la Generalitat valenciana y de cómo hace las cosas: resulta que el instituto está construído en varios promontorios y EL CAMIÓN DE BOMBEROS NO PODRÍA LLEGAR AL AULARIO PRINCIPAL PORQUE ESTA EN EL INTERIOR, RODEADO DE OTROS EDIFICIOS... De chiste.
Ojalá nunca ocurra nada, amigos.
Mientras sea como un juego todo está bien, pero que la realidad de la tragedia nunca se dé. Conchi, lástima que los bomberos no estuvieran.
Para mí fue una experiencia muy interesante y casi real. Como ya te dije, Conchi, en el simulacro de la Casa de Cultura sí que estuvieron los bomberos, y yo hice el papel de "topo", así que me tuvieron que buscar (estava muy escondida), y me encontraron, ¡Vaya que sí! Cuando salimos todo eran aplausos
¡Que vivencia tan singular!
El que vivió Mª Dolores sí fue un simulacro en condiciones, como Dios manda, con bomberos aguerridos que, encima, la sacaron en volandas. ¡Suertuda!
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