Ya he
acabado la segunda tanda de las peripecias del señor Gray. Como me suponía, el
sexo salvaje va cediendo terreno y dando paso a los sentimientos, lo que no le
resta un ápice de encanto y atractivo. Un hombre de su calibre, enamorado y
romántico tiene muchas papeletas de hacer que se nos caiga la baba. Si encima
es multimillonario, qué más se le puede pedir. La tercera parte me huele a
relleno, a alargar la trama sin necesidad. Me va a dar lo mismo porque pienso
leerla más adelante siempre y cuando siga incluyendo escenas de alto voltaje,
que al fin y al cabo es lo que ha convertido la trilogía en el fenómeno mundial
que hoy es. Quién le iba a decir a la inglesa que de un fanfic crepusculino iba
a pasar a ser una superventas. Por si fuera poco, ha vendido los derechos para
una posible adaptación cinematográfica por nada menos que cinco millones de
dólares.
Puedo
equivocarme, pero no veo muy viable una película. Caben dos posibilidades: una,
se hace más light, con lo que se desvirtúa por completo el espíritu de la
trama, meramente sexual, por muy enamorados que estén los protagonistas; o dos,
se rueda en plan un poco más explícito, lo que supondría un fracaso en
taquilla, tal como se ha demostrado en las películas americanas NC-17. Además,
dicen algunos expertos que las amas de casa que han disfrutado con la lectura
en privado no irían públicamente al cine a ver una peli de contenido sexual.
Será cosa de la América profunda. O sea, que, caso de producirse, abogo por una
producción europea o una serie de un canal de pago, más liberales.
En cuanto a
los candidatos a Gray que las fans están valorando, por mucho que les postulen,
estoy segura de que la pareja crepuscular no tendrá la menor intención de
volver a trabajar juntos, al menos mientras tengan para comer. Espero que
tampoco se lo den a actores como Ryan Gosling, Chris Hemsworth o Chris Pine,
que no me motivan nada. En mi imaginación, el ideal sería el Wentworth Miller de hace unos años; dado que ni está como estaba ni haría una escena de sexo ni
borracho, contemplaré otras opciones. Otras postulan por Alexander Skarsgard
quien, aparte de tener el cuerpo, no le importa lucirlo porque a los suecos la
desnudez no les preocupa. Y otro que también le pegaría es Ian Somerhalder,
guapísimo y con un lado oscuro. En fin, quizá todo el proyecto quede en agua de
borrajas.
1 comentario:
Tal vez acá no quieran hacer una peli, pero si la realizan en Europa estaría algo complicado con respecto a los actores o aligerar la trama para que no tenga una clasificación "C".
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