miércoles, 28 de mayo de 2008

El laberinto de la serpiente


He acabado de leer esta novela sin saber que la escritora mallorquina Núria Masot retoma en El laberinto de la serpiente el personaje del caballero templario Guillem de Montclar en la segunda parte de su tetralogía templaria centrada en la Cataluña del siglo XIII. Menos mal que se puede comprender bien sin haber leído la anterior.

No está mal, pero ya me empiezan a cansar estos libros de temática y ambientación tan similares. Como fruto de una moda pasajera, se escribieron muchas novelas mediocres repletas de templarios y misterios medievales aprovechando el boom de El código da Vinci. Ésta no es de las peores al menos. Lo que menos me ha gustado es encontrar errores que no son erratas sino faltas garrafales, tales como usar *“andara” en lugar de “anduviera”. ¿No se supone que los libros pasan por un corrector antes de editarlos?

Aquí tenéis la sinopsis:

En 1271 una serie de asesinatos tienen en jaque a la Orden de los Templarios. Guillem de Montclar, protagonista de La sombra del templario, será el encargado de resolver el misterio. 1271. Guillem de Montclar regresa a Catalunya. La Orden le pide un trabajo: saber que ocurrió con Serpentarius, más conocido como Roger de Lot, un constructor de la Orden que cien años atrás desapareció sin dejar rastro. Se sabe que se levantaba con el sol y se acostaba al atardecer, pero no lo que hacía entre el alba y el crepúsculo. Al tiempo que buscan rastros e información, empiezan a morir niños y un conde; una serie de asesinatos queda sin explicación. El misterio de la serpiente, un curioso disco de metal que perteneció a Serpentarius, es la clave.

1 comentario:

Mari Pau dijo...

Yo te juro que ni me doy cuenta de que es "anduviera" inluso me suena mejor "andara". Pero sí que tienes razón en que el corrector está para hacer su trabajo y dejar el libro o en buenas condiciones ortográficas y gramaticales.