Si alguien que me está leyendo ha tenido la feliz idea de meterse en este paradisíaco oficio, le voy a decir lo que se va a encontrar: alumnos de 12 a 17 años en aulas masificadas (25 30 alumnos) donde la mayoría no tienen ganas aprender nada (muchos padres pasan completamente y encima les premian con móviles de última generación)y el respeto al profesor ya se perdió hace tiempo por el camino, el vocabulario soez acampa a sus anchas etc... El fracaso escolar es, por tanto, desorbitado.
Qué se le ha ocurrido a nuestro excelso conseller de Educación de la Calamidad valenciana (perdón, comunidad) a las órdenes del ilustre don Francisco Camps, para paliar este fracaso escolar? Uno podría pensar que era dotar de dinero para más profesores de apoyo en el curso escolar y sobretodo, idear más medidas de disciplina efectivas para que los alumnos se atengan a unas normas. Pues no, eso no es. La medida es que estos mismos alumnos que no dan golpe en todo el curso, vengan también en el més de julio a clase con los profesores del instituo que accedan a darles clase a cambio del chantaje de dar puntos para concursos de traslado o comisiones de servicio.
I yo me pregunto, por qué no va el señor Camps, todo su equipo de gobierno, su señora y su querida madre a dar clases a estos ángeles en el més de julio?
martes, 13 de mayo de 2008
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4 comentarios:
Mi sobrina y su novio tienen ese oficio ( interinos, pendientes de las oposiones en junio-julio)y además sufridores con la forma de vida de la juventud.
Tómatelo con calma, igual en octubre habrán cambiado? .... O siempre habrá la posibilidad de que cambie en consejero.
Además me hace la puñeta que les den clases en julio, eso que pierdo yo de dar clases particulares, que ya sabéis que en verano estoy en el paro y necesito un sobresueldo aunque sea mínimo.
Yo te recomiendo que te vayas a trabajar a un parking.
Los padres aparcan a sus hijos en los centros de enseñanza. Y tú tienes que hacer de "aparcahijos".
Y muchos coches responden mejor que los adolescentes.
Perdón por el comentario jocoso, que no se malinterprete, pero le he buscado tres patas al gato.
Tienes mucha razón, Jesús, estoy pensando en que de aparcacoches no tendría este estrés, cabreo etc... los coches no dicen tacos ni gritan.
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