El domingo 20 de junio Pedro me sorprendió con la noticia de la llegada al mundo de Anna, la niña de nuestros vecinos Verónica y Leonardo.
Faltándole aún un mes de gestación, la cría ya pesaba casi tres kilos y medio. Era tan grande que difícilmente podría darse la vuelta pues venía de nalgas. Por ese motivo tuvieron que practicarle una cesárea. Al día siguiente fuimos al hospital a conocer a la recién nacida que, como no ha sufrido nada al nacer, está preciosa. La mamá se está recuperando bien de la intervención. El papá también, huelga decirlo, rebosa alegría y se le cae la baba con su primer retoño.
En fin, como se dice en estos casos, que tengan salud para criarla.
3 comentarios:
Enhorabona als pares.
Que bonita es.Que alegria,otra niña mas en el blog.Enorabuena a los padres.
Bonita criatura
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