lunes, 4 de agosto de 2008

El resplandor


Durante el viaje en autobús a Zaragoza –ida y vuelta- he tenido la oportunidad de sumergirme en esta pesadilla forjada por la mente insana de Stephen King en la que es una de sus mejores novelas, por lo menos de las que yo he leído. Por lo poco que recuerdo de la película de Kubrick, creo que no es muy fiel, a excepción de la famosa escena donde Jack Nicholson abre a hachazos la puerta tras la que se esconde su mujer.

Jack Torrance parece haber sido agraciado por fin con algo de suerte cuando recibe una singular oferta de trabajo: ser el vigilante del Overlook, un enorme y antiguo hotel donde deberá permanecer junto con su familia (su mujer y su hijo de 5 años, Danny) durante el invierno. Una vez allí, y aislados del resto del mundo, una serie de extraños sucesos que tan sólo el pequeño Danny es capaz de percibir comienzan a suceder en el hotel, y Jack va siendo irremediablemente poseído por una maligna fuerza que habita en las entrañas del edificio.

"El resplandor" (mala traducción o despiste, ya que en las páginas interiores se refiere al término como "el esplendor") es básicamente la historia de un niño atormentado. Atormentado no tanto y no sólo por las "cosas reales" que suceden en su familia - la adicción de su padre al alcohol, sus arranques violentos, o la idea de divorcio que ronda la cabeza de su madre -, sino principalmente por las extrañas y perturbadoras imágenes que él y sólo él parece ser capaz de percibir.

Lo que convierte esta historia en auténticamente terrorífica no son sólo los poderes sobrenaturales que participan en ella (la habilidad psicológica de Danny o el diabólico poder del hotel), sino la terrible idea de encontrarse encerrado con la persona a la que más amas (el padre de Danny) sólo para ver cómo se va convirtiendo en tu peor pesadilla. Esta fantástica novela introduce al lector en el mundo visto por los ojos de un niño cuyo pequeño mundo se rompe en pedazos entre la necesidad de sobrevivir y el pulso por salvar el alma de su padre.

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