viernes, 15 de agosto de 2008

Promesas del Este (Eastern Promises)

De esta película creo que ya se ha hablado en este bloc pero yo no la ví hasta ayer. Me ha impactado, es como una bella poesia pero triste y oscura, donde la poca luz que penetra parece que se pierde en un espacio negro sin estrellas. Apenas hay un atisbo a la piedad humana en la figura de Ana(Naomi Watts) y Nikolai (Vigo Mortensen).

Recordando la sinopsis, Ana, una comadrona de Londres, atiende a una niña rusa de 14 años, prostituta y heroinómana, que muere en el parto, dejando a una niña huerfana. Ana encuentra su diario escrito en ruso y lo lleva a un traductor para poder averiguar la dirección de la família de la niña rusa y entregarles a la niña. Pero este traductor es en realidad un capo de la mafia rusa y Nikolai es su chofer y su jefe quiere hacer desaparecer ese diario al precio que sea.

La violencia y el asesinato sin adornos (la escena del corte de garganta me estrujó el estómago) parece que ha robado el alma a unos mafiosos que ya no sabes si son humanos: secuestran a pobres niñas que esclavizan, prostituyendolas y drogandolas y matan sin pestañear. Y eso esta basado en la realidad nuestra, de ahora.

En el Londres lluvioso, gris, triste, el capo que parece un tierno anciano tiene un discreto restaurante pero aquí, en nuestro levante feliz, en Torrevieja por ejemplo, los mafiosos hacen ostentación de palacetes mientras sus esclavas rusas malviven en puticlubs de carretera, enclaustradas y controladas para que no escapen. Los clientes pagan y con ello se limpian la conciencia, la polícia, salvo en contadas ocasiones, mira hacia otro lado, y todos lo hacemos en cierta manera.

Pobres niñas rusas que imaginaron aquí el fin de su miseria, imaginaron en occidente un dulce paraíso y se encontraron el más cruel de los infiernos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace meses que la pude ver, con una especie de cortina de melancolía sobre la frente, de tan triste y desoladora como es la cinta... el guapo Viggo nunca ha sido muy de mi devoción, siempre con esa cara de tener problemas gástricos, pero aquí está aceptable, no lo negaré...
La escena de la sauna se te pega al archivo mental como si fuera un tatuaje de plomo líquido: brutal danza bajo el vapor caliente...

Conchi dijo...

Ya la comenté en su día y coincido con vuestra opinión. Para mí, una de las mejores pelis de los últimos tiempos, injustamente relegadas en los pasados Oscars.

Lástima que la escena de la ducha sirva de marco a tal derroche de violencia, con lo rico que está Viggo...