viernes, 27 de noviembre de 2009

El Oceanográfico de Valencia


El viernes pasado Pedro y yo fuimos con una asociación de discapacitados de la vecina localidad de Novelda al Oceanográfico de Valencia. Nos hizo un día estupendo, ni frío ni calor, ideal para pasear por todas las instalaciones. Se podrá reprochar al gobierno valenciano lo faraónico de la obra y los millones en ella invertidos pero lo cierto es que la Ciudad de las Artes y las Ciencias, de la que forma parte el Oceanográfico, es una maravilla arquitectónica que quedará para la posteridad como un monumento característico y representativo de la Comunidad Valenciana.

El Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias es el mayor acuario de Europa, y en él se representan los principales ecosistemas marinos del planeta. Cada edificio se identifica con los siguientes ambientes acuáticos: Mediterráneo, Humedales, Mares Templados y Tropicales, Océanos, Antártico, Ártico, Islas y Mar Rojo, además del Delfinario. Durante la visita, y a lo largo del recorrido por las diferentes instalaciones, pudimos conocer de cerca el comportamiento y la forma de vida de los más de 45.000 ejemplares de 500 especies diferentes que alberga: delfines, belugas, morsas, leones marinos, focas, pingüinos, tortugas, tiburones, rayas, peces sierra, medusas, estrellas, erizos, crustáceos de todo tipo, además de las aves típicas de zonas mediterráneas.

La primera parada fue el espectáculo de los delfines, de gran belleza pero que no me impresionó tanto como la primera vez que estuve allí, quizás porque ahora tenía más reciente el del año pasado en Mundomar que lo superaba. Aun así, qué inteligencia la de esos animales para poder ejecutar tales coreografías.

Tuvimos suerte de coincidir con la hora de alimentación de varios animales como los leones marinos, las focas o las ballenas belugas, cuando los cuidadores explican curiosidades sobre ellos, características morfológicas, modus vivendi, etc. Las belugas, principal interés de Pedro pues aún no habían llegado al Oceanográfico la primera vez que lo visitamos, son unos animales impresionantes, tan enormes y tan poderosos y a la vez tan tiernos.

Otro de los puntos fuertes del recinto son los acuarios, de aguas frías, mediterráneos y tropicales. El más impresionante es el túnel bajo el cual paseamos rodeados de peces a derecha, a izquierda y sobre nuestras cabezas. Qué relajante. Lástima que no se permitiera tomar fotos con flash.

Para completar el día, también la comida estuvo bastante aceptable, no como la infausta experiencia de la excursión anterior. La lástima fue que, al ir en excursión programada, no pudimos quedar con nuestros amigos de Valencia. Otra vez será.

3 comentarios:

ana dijo...

¡Culo imquieto! Eso me decían siempre que aprovechaba la mas mínima para salir de casa. Pues eso para ti también, con todo mi cariño.

Mari Pau dijo...

Jo, farà un any i poc, vaig estar a l'Oceanogràfic, em va encantar, em vaig comprar una beluga de pelutx més guapeta!

Johnny dijo...

que bellos se me hacen los acuarios, a mis hijas les encantan los peces, Aymé es adoradora de los delfines y yo de las ballenas.Eres una paseadora imparable, te envidio y te admiro a la vez, envidio que vayas a todos lados y admiro que seas asi, soy tu fan #1