viernes, 29 de enero de 2010

Aurora boreal


Sinopsis:
El cuerpo de Victor Strandgard, el predicador más famoso de Suecia, yace mutilado en una remota iglesia en Kiruna, una ciudad del norte sumergida en la eterna noche polar. La hermana de la víctima ha encontrado el cadáver, y la sospecha se cierne sobre ella. Desesperada, pide ayuda a su amiga de infancia, la abogada Rebecka Martinsson, que actualmente vive en Estocolmo y que regresa a su ciudad natal dispuesta a averiguar quién es el verdadero culpable. Durante la investigación sólo cuenta con la complicidad de Anna-Maria Mella, una inteligente y peculiar policía embarazada. En Kiruna mucha gente parece tener algo que ocultar, y la nieve no tardará en teñirse de sangre.

Ignoro si esta novela es anterior o posterior a la saga Millennium. Sea como fuere, es evidente que cuenta con muchos rasgos en común. No creo que una influencia a la otra, simplemente beben del mismo sustrato: la realidad social sueca. Es curioso: Suecia fue durante los años 70 el modelo de libertad –sexual, sobre todo- para los españolitos que ansiaban aires nuevos fuera de la opresión dictatorial. Unas décadas después, escritores como esta Asa Larsson o Stieg Larsson, a la zaga de Henning Mankell, nos descubren un país oscuro, no sólo por la falta de sol, sino en especial por las lacras que azotan su sociedad, tan aparentemente civilizada, desde la agresión sexual, la pederastia, la corrupción política, el integrismo religioso, etc. Quizá parte de ello se deba al clima, la blancura de la nieve y la oscuridad de esa noche casi perpetua. Noche y nieve. Hace mucho frío. Fuera, pero también dentro, en las almas de unos personajes obsesionados por las formas de un puritanismo sofocante rebozado en continuas citas bíblicas. En suma, una novela negra que puede que no profundice tanto en los personajes como las de Millennium pero igual de recomendable.

1 comentario:

carolina dijo...

Si bien ya en los años cincuenta parece que comenzó el desarrollo de la novela negra sueca, es ahora cuando está llegando a su máximo esplendor, sobre todo en su difusión entre el gran público. Yo quería leer "La princesa de hielo", de Camilla Lackberg, pues me han hablado muy bien de él.