sábado, 23 de enero de 2010

Julie y Julia


Sinopsis:
Antes que Ina, antes que Rachael, antes que Emeril, Julia fue la mujer que cambió la forma de cocinar de los Estados Unidos. Sin embargo, en 1948, Julia Child era simplemente una norteamericana viviendo en Francia. El trabajo de su marido los llevó a París, y el infatigable espíritu de Julia anhelaba tener algo que hacer.
Medio siglo más tarde, Julie Powell está atascada. Cerca de los 30, vive en Queens y trabaja en un cubículo al tiempo que sus amigas tienen un apabullante éxito; para focalizar sus energías Julie se aferra a un plan, que a simple vista parece una locura. Julie decide dedicarse un año exacto a cocinar las 524 recetas que componen el libro "Mastering the Art of French Cooking" (que Child coescribió con Louise Bertholle y Simone Beck) de Julia Child, y escribir un blog con sus experiencias.


Para empezar, me encantó la peripecia de que una de las protagonistas escriba un blog, por lo que tiene algo en común conmigo. Por supuesto, el mío se queda en petit comité entre nosotros y nunca llegará a tener los miles del lectores del suyo, ni falta que hace.

La cocina no es uno de mis temas favoritos pero aquí se muestra con tal entusiasmo que dan ganas de ponerse a ello. Lástima que la cocinera a la que Meryl Streep interpreta aquí no es conocida pero debe imitarla de maravilla ya que se ha llevado el Globo de Oro. Además, me encanta Stanley Tucci, el actor que interpreta a su marido. No es ni de lejos un sex symbol pero tiene su punto. No me negaréis lo romántica que es la frase que le dedica a su esposa: “Tú eres la mantequilla de mi pan, el aire que respiro. Te quiero.”

En fin, una peli tranquila, que hace pasar un gran rato, sin sustos, sin sobresaltos, y con alguna que otra carcajada.

Bon appétit!



2 comentarios:

Johnny dijo...

Muy buena peli, la Strep actua de maravilla como siempre (muy merecido su premio), tema tranquilo, comedia ligera y como bien dices sin balazos, muertos, golpes, etc. algo relajado para disfrutar en el cine

carolina dijo...

Es que la cocina siempre ha sido un buen filón para el cine y la literatura, aunque con resultados desiguales. Yo no la he visto, pero ha entrado el gusanillo... el hambre también porque a las ocho de la tarde quién no tiene un agujero en el estómago.