Sinopsis:
Cuando su padre cae enfermo, Rhoda Comfrey regresa a su Kingsmakham natal para hacerse cargo de él, pero su vida en Londres continúa siendo un misterio para sus antiguos vecinos. Esta circunstancia resultaría del todo irrelevante si no hubiesen encontrado su cuerpo brutalmente apuñalado en un descampado.
La única pista con que cuenta el inspector Wexford apareció en el bolso de la víctima: una cartera de piel con los datos del escritor Grenville West. La policía trata de ponerse en contacto con él, pero el señor West ha partido de vacaciones y está ilocalizable...
Teniendo en cuenta que entre ellos no existía ninguna relación sentimental ni jamás se les vio juntos, ¿qué extraño vínculo unía a estas dos personas? ¿Por qué la secretaria del escritor se muestra tan reacia a hablar de Rhoda?
Es la segunda novela de Ruth Rendell que leo este año gracias a que las he conseguido por un módico precio al comprar sendas revistas.Tienen una ambientación similar, la de una zona rural típica de la campiña inglesa, con sus bosques tan apropiados para esconder cadáveres, cuyos habitantes parecen formar parte de una comunidad civilizada pero a la mínima se dan puñaladas por la espalda y no siempre en sentido figurado.
Me ha sorprendido el tímido alegato feminista teniendo en cuenta que fue escrito a mediados de los 80. Lástima que semejante modernidad no se extendiese a la libertad sexual de travestidos.
La autora no se suele cebar en detalles escabrosos de los crímenes sino que parece más bien una novela costumbrista, lo que es de agradecer.
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