lunes, 29 de octubre de 2018

Con Roberto Enríquez




A diferencia de cuando vi a Roberto Enríquez en El pequeño poni en Alicante, esta vez las dos funciones de La vuelta de Nora. Casa de muñecas 2 tuvieron éxito de público, por lo que había mucha gente esperando a los actores en la salida de artistas. El primero en aparecer fue Roberto pidiendo disculpas por no poder entretenerse ya que tenía que coger un tren. Me encanta su expresión de alegría cada vez que me ve. Que sí, que es un gran actor, pero quiero creer que es sincero. Además, siempre me pregunta si estaba bien ubicada en la sala para ver la representación.


Por supuesto, se hizo fotos conmigo, con mi hermana y con mi amiga que flipaba al verlo de cerca tan guapo. Me recordó la primera vez que lo vimos Carolina y yo y del ataque de fangirlismo que nos dio cuando nos dirigíamos al taxi. También se emocionó con el regalo que le di para sus niños: unos rossinyols (ruiseñores) de alfarería hechos por mi hermano, con las instrucciones de ponerles agua para hacerlos sonar y la advertencia de que no se los dé cuando tenga que estudiar algún guion, que el ruido le puede dar dolor de cabeza. Por supuesto, me firmó la foto de Madrid del año pasado: "Para Conchi con amor". Él sí que es un amor.

2 comentarios:

mabi dijo...

Es un amor. Buen profesional. Una persona como pocas. En su profesión es un mago que nos traslada y yo , ya no hablo de la pasión que tengo por él porque necesitaría un siglo; sabes que soy muy exagerada. Lo bonito es las personas que conocí,como tú, gracias a la admiración que sentimos por Roberto.

maria esther dijo...

Me cae muy bien y me parece un gran actor y seguro que ha sus hijos les gustaron mucho los rossinyols.