El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) es el encargado de atender de forma gratuita (y no, porque cobran un impuesto de salud y maternidad en los cheques de pago) a los que trabajamos para el gobierno mexicano. El de Matamoros es el que aparece en las imágenes anteriores y se preguntarán por qué lo muestro en esta entrada y de inmediato les cuento la odisea que vivimos Aymé y yo a principio de semana:
Por los cambios constantes de clima y los virus que rondan a todos por lo visto, Aymé recayó en la gripe de manera muy pesada. Sus molestias llegaron a no dejarla dormir y también no dejarla impartir clases por el gran dolor que aquejaba a su cuerpo (cabeza, articulaciones, etc.). Como la vez anterior asistimos a un médico particular (y entre consulta y medicamentos, se fueron un poco mas de 60 euros, cosa que aqui es una cantidad elevada), ella decidió que le sacara una cita a mediodía al salir de clases. Como me queda de camino entre la escuela y la casa, no batallé para sacarla, hasta me emocioné porque sería la cita # 7 (generalmente llegan a ser entre 25 y 30) con el doctor X. Llegué a casa, comimos y volveríamos (después de dejar a las niñas con la abuela) como a las 2:30, ya que iniciaba a las 2 y por el número que le tocó, sería buen momento de llegar. Todo iba muy bien, llegamos y nos fuimos a la sala correspondiente, empezaron a pasar los minutos y mientras que en los otros consultorios las personas entraban y salían, en el de mi esposa no se abría ni por primera vez la bendita puerta. 45 minutos después y en vista de que nadie daba razón, fui a preguntar a recepción y la respuesta fue que el doctor no apareció e iban a poner una suplente. Todo hubiera estado bien, sino es que después de otros 45 minutos tampoco se veía a quien consultaría. Para entonces mi paciencia iba perdiéndose en los pasillos de la clínica y por tercera ocasión fui a preguntar y por respuesta recibi la solución de que se repartirían los pacientes (yo muy impaciente) a los otros dos médicos, claro que después de terminar con su lista de pacientes primero. Volví con Aymé, que para ese momento, creo, ya se estaba aliviando, solo con la espera. Una hora después veíamos salir al penúltimo paciente diciendo que solo faltaba el señor X y de Aymé nada de nada. Me levante a preguntarle al doctor y este muy inocente me respondió que no tenía ningún expediente a nombre de ella. Volví a recepción a reclamar la falta del expediente de Aymé y me enviaron a archivo, donde en tres segundo lo hallaron y me lo dieron. Con él en mano me metí al consultorio a pedirle que por favor atendieran a mi esposa. Se fueron mas de tres horas de nuestro tiempo (y vida) hasta que por fin la recibieron, la recetaron y salimos con el medicamento de esa bendita clínica que desde que trabajo para el gobierno (30 años cumplí el 1 de septiembre del 2011) creo haberla visitado una 10 veces, porque con esto que les menciono (sucede muy frecuentemente) preferimos pagar para que nos atiendan de inmediato y pagar el medicamento en cualquier farmacia. La burocracia en México y en cualquier parte (tomando en cuenta los problemas de Conchi y su silla) es igual de lenta y poco efectiva. Gracias a Dios que fue efectivo el diagnóstico y ya va saliendo del problema.
3 comentarios:
Aquí, cuando falta un médico, sus pacientes se reparten entre el resto de los doctores también.
Siendo muy mejorable, creo que la Seguridad Social española es muy digna y competente. Lástima que se vea acechada por recortes por culpa de los dilapidadores de caudales públicos.
Lo importante es que Aymé se restablezca y no necesite acudir a consulta.
Este caos lo hacen aposta para que la gente se aburra, se vaya a la privada y se queden ellos más tranquilos y con más dinero para despilfarrar o defraudar.
Pongo el caso del padre de una amiga nuestra, que es amigo a la vez de mi padre. Este señor, de 79 años sufre una hernia severa, con dolores y molestias bastante graves...pues le han dicho en la Seguridad Social que no pueden operarle hasta dentro de cuatro meses... y veremos si entonces le toca el turno y que si se le sale gravemente, que vaya a urgencias.
Vergonzoso y patético, así es que el hombre está pensando en operarse en la privada, que valdrá un pastón, y el dinero público... a la fórmula 1 o America's Cup.
Con lo de "ellos" me refiero naturalmente a los políticos que manejan el dinero, no a los pobres médicos, sobrecargados de trabajo y que no pueden evitar dar citas de meses y meses porque no dan abasto.
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