viernes, 15 de mayo de 2020

Agua, azucarillos y aguardiente



Sinopsis:
La acción se desarrolla en Madrid en el mes de agosto en un puesto de refrescos (el aguaducho). El argumento gira alrededor de un enredo de carácter económico en el que están implicados, sin saberlo, los protagonistas.

No he dejado de acordarme de mi padre mientras veía esta zarzuela, género que tanto le gustaba: tenía una gran colección de LP y casetes. Estas últimas las ponía a veces en el coche, a disgusto mío, que no le encontraba la gracia a aquellos gorgoritos, bien por ignorancia, bien por la tonta rebeldía adolescente.

Esta representación es bastante reciente y se nota por la frescura de los jóvenes intérpretes y el vestuario más moderno sin olvidar los toques cañís.

Tiene un par de números musicales más conocidos. Lo que no se puede modernizar es el argumento, que huele un poco rancio. Aun así, el colorido y la vitalidad consiguen que la función no desagrade. A mi padre le habría encantado.



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