Sinopsis:
Un capo de la droga con un marcado estilo británico intenta vender su imperio a una dinastía de multimillonarios procedentes de Oklahoma.
Sumamente entretenida, se enmarca en el género de mafiosos pero con toques de renovación: ¿dónde se ha visto que muchos gángsters lleven gafas, por ejemplo? La acción no decae y no es tan brutalmente visual como puede parecer en el tráiler. No es Tarantino, de lo que me alegro, ni falta que le hace. Es puro Guy Ritchie, reconocible al primer fotograma. Tiene toques de fina comedia y otros más salvajes, además de divertidos giros de guion. Incluso está genial Colin Farrell, que nunca ha sido santo de mi devoción.
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