Love Never Dies

Sinopsis:
Nueva York, 1907. Han pasado diez años respecto al final de “El fantasma de la ópera” y un misterioso “Mr Y” se consagra como empresario del espectáculo en Coney Island, la playa neoyorkina que mezcla parque de atracciones con teatros de variedades y operetas. Obsesionado con el recuerdo de Christine Daaé, que ha reproducido en un maniquí que guarda en su “gótico” despacho, le envía una oferta de trabajo. La cantante acude desde París en compañía de su esposo, el conde Raoul, y el pequeño Gustave, de diez años. Enseguida descubrirán quién es el generoso empresario que viene a ayudarles en sus escasos ingresos y Christine queda atrapada en la duda de volverse a París, como le pide su esposo, o cantar en Coney Island, como le insiste el Fantasma. Meg, una antigua compañera de Christine en la ópera de París y aspirante a estrella en el teatro de “Mr Y”, ve peligrar su carrera y desencadena el final.

Como sabéis, por el confinamiento, se están subiendo a YouTube obras de teatro, musicales y conciertos que son retirados en un par de días. Así que tan pronto aparecen, los descargo y los voy viendo poco a poco. Mi error fue no ver este en su estreno porque lo más probable es que tuviese subtítulos, que no figuran en la descarga.

No tenía la menor idea de que a El fantasma de la Ópera Sir Andrew Lloyd Webber hubiera compuesto una continuación, que es esta. Empecé a verla sin haber leído nada al respecto, ni siquiera la sinopsis, y me sorprendí al ver al carismático personaje con su máscara, así como al resto de personajes, esta vez diez años después en Nueva York.

El musical tiene unas composiciones variadas y emotivas, de gran calado. Busqué por internet las letras para seguir mejor el argumento. El espectáculo sería brillante si no existiera su predecesor, con esas canciones emblemáticas que ponen los pelos de punta a los primeros compases.

Aun así, me imaginaba la versión cinematográfica protagonizada por mi querido Gerard Butler para cerrar el ciclo, y me encantaría verla.