viernes, 25 de marzo de 2011

Ella, que todo lo tuvo


Sinopsis:
Tras sufrir un grave accidente, Ella no vuelve a escribir. Derrotada y perdida, emprende un viaje a Florencia en busca de una fascinante historia que le contó su padre y que quiere convertir en novela. En su afán por sentirse viva, crea un enigmático y silencioso personaje, La Donna di Lacrima, que recibe en un soberbio ático de la vía Ghibellina a hombres que le cuentan su vida y adoran su cuerpo y su silencio. Nadie reconocerá en ésta a la solitaria y triste escritora que restaura libros y visita cada tarde a las siete la antigua librería del Mercato Nuovo donde otro ser, un librero tan solitario y misterioso como ella, la espera.

Aunque no acabó de engancharme, reconozco el mérito de esta novela donde se habla de soledad, desesperanza, locura, desasosiego y de lo terrible de las enfermedades mentales. Me ha gustado de este libro el protagonismo de los libros, de las palabras. Muy bello el lenguaje poético que emplea la autora ayudándose de citas de clásicos de la Literatura. Poesía, soledad, dolor, una bella historia de amor y de pérdida. Una poética y lúcida reflexión sobre la identidad y el miedo a la vida. Lo que no me ha acabado de convencer es que para referirse a Florencia, donde se desarrolla parte de la trama, se refiera a la ciudad por su nombre italiano, Firenze. Me suena tan absurdo como que alguien diga que se va a London a estudiar inglés. Si se escribe en castellano, sobran veleidades como ésa, a mi parecer.

2 comentarios:

Johnny dijo...

Parece una buena novela, a pesar de los pequeños detalles del idioma. Buscarla y encontrarla será un triunfo pero bien valdrá la pena.

lapurautopía dijo...

El poder de una palabra...