La mejor amiga de la dibujante Jane Harris ha decidido fugarse a Italia para casarse con Mark. Sólo Jane y Cal, el testigo del novio, lo saben. Pero ellos se odian nada más verse. Más adelante surge un inconveniente grave que sólo Jane y Cal pueden solucionar. Y así acaban recorriendo ellos también un camino que ninguno de los dos habría imaginado.
Esta es la típica novela de chicas y para chicas, previsible de la primera página hasta la última, fácil de digerir y sin mayores complicaciones (lo que se agradece de vez de cuando) sobre treintañeras en la búsqueda desesperada de alguien del sexo opuesto que merezca mínimamente la pena. Ahora que pienso, no hay novelas similares donde las protagonistas sean cuarentonas: si es difícil a los 30, será que se considera misión imposible en la siguiente década, no sé. Como los tiempos cambian, la autora aprovecha cualquier espacio, e-mails, menús, anotaciones en la PDA, cartas oficiales, etc., para relatar la historia, lo que la hace más amena y ligera pero a veces de lo más inverosímil.
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