viernes, 9 de noviembre de 2012

Desahucios

En relación con la entrada de Conchi más abajo, ayer la Unión Europea declaró ilegal la ley de desahucios española.  No hay derecho ni es de justícia: los bancos se quedan con la casa, la venden a otros y encima el desahuciado tiene que seguir pagando los intereses de la deuda!
Qué poca verguenza de políticos, solo cuando ven que todos se les echan encima se han puesto de acuerdo para modificar esta ley de hace 100 años.
Espero que a los que ya se han quedado sin casa, se dé marcha atrás y también se las devuelvan.

4 comentarios:

Conchi dijo...

Las casas se pueden devolver (lo dudo), pero ¿quién devuelve la vida a los que se han suicidado por un desahucio?

márian dijo...

Yo comienzo a entender el motivo por el cual no contactan los extraterrestres con nosotros:
Deben creer que vivimos en un mundo virtual donde no hay sitio para la cordura ni para la moral más básica.

Johnny dijo...

No hemos llegado a eso. Mi cuñado tuvo un problema hace años, cuando recién sacó su hipoteca con el banco y tiempo después no podía pagarla y se entabló una demanda, el banco exigía, pero nunca la perdió, el banco siempre dio salidas y reestructuraciones y hoy en día ya la terminó de pagar.

márian dijo...

Recordáis aquel banquero en la película " Qué bello es vivir "?.
Cuando la ví por primera vez, creí inocentemente que se trataba de una exageración, pero la cruel realidad me ha demostrado lo contrario. Entiendo que detrás de esta política financiera de desahucios se encuentra la tentación diabólica del dinero, con sus ansias descontroladas de avaricia y de egoísmo.
Luego, se jactan de sus cuentas de beneficios como si fuese eso lo más importante, sin importarles, aparentemente, cuantas víctimas han necesitado para ello. Lo importante, es la balanza de resultados.
Hace unos años, el mundo financiero no parecía tan ansioso y parecía un negocio más y no sé si lo han cambiado las nuevas generaciones de dirigentes bancarios que parecen competir a ver quien se compra antes una mansión reforzada con los huesos de sus víctimas en su estructura.