miércoles, 7 de noviembre de 2012

Luna, de princesa malvada


 
La noche de Halloween del año pasado, cuando vino Luna, disfrazada de brujita, a las 9 de la noche que salí de trabajar, estaba rendida la criatura. Así que le dije a mi hermana que este año se pasaran por clase para poder verla sin que se hiciese tan tarde, y allí me llevé la cajita de chuches que le había comprado.

Imaginaos el cuadro: en medio de la clase de inglés, llegan Luna, de princesa malvada (palabras suyas) y mi hermana, pero no solas sino acompañadas de una caterva de niños también disfrazados, sus mamás (algunas, alumnas mías) y un tipo con una máscara horrorosa bajo la cual, hasta que no se la quitó, no reconocí a mi sobrino Toni. A mis alumnos les hizo mucha gracia la visita. La pena que se me quedó es que, sin prever lo multitudinario del grupo, no tenía golosinas para todos. Por si acaso, el año que viene, Dios mediante, estaré provista de una bolsa repleta.

1 comentario:

Johnny dijo...

Bellas tanto la tía como la sobrinita!!!!