La semana pasada, tras dos años de ausencia, nuestro amigo jienense Juanfra vino a visitarnos. Por mí, encantada, pero me sabía mal, y así se lo previne, que, por culpa de los malditos recortes, no podría dedicarle los recursos que se merecía, como ir de excursión a sitios de media-larga distancia (los de corta se los conoce de otros años). Como es muy prudente y educado, no me puso la menor objeción. Ojalá llegue el día que lo pueda atender mejor. Ya sabes que te debo una, Juanfra.
(No debería quejarme de mis agobios para llegar justa a fin de mes sin permitirme apenas un capricho. Cuando me pongo en plan Calimero, me obligo a recapacitar y a acordarme de que tendría que dar gracias por no estar en los límites de la pobreza, como muchos españoles.)
4 comentarios:
No te preocupes, ya vendrán tiempos mejores.
Con que recibas a tus amigos y compartas momentos de charla y anécdotas es mas que sificiente. Tu amistad vale mas que viajes o visitas!!!! O no resto de los blogueros?
Pues sí, lo importante es que os habéis visto en vivo y en directo.
Las abundantes comidas pueden quedar para Obélix, por mi parte.
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