miércoles, 10 de enero de 2018
El mejor regalo de Reyes
La noche de Reyes fui a ver la tradicional cabalgata local. Salí de casa en cuanto oí la música y en un rato estaba de vuelta, no sin antes hacerme una foto con el rey Melchor en persona, monarca por partida doble porque fue el mismo que tuvo el honor de ser el Rey Moro de este año. Mi intención era haber ido a la cabalgata de San Vicente donde mi sobrino Toni ejercía de Melchor, pero la perspectiva de varias horas a la intemperie, con las temperaturas a la baja, me disuadió muy a mi pesar. Menos mal que las nuevas tecnologías me han permitido ver el vídeo. Como ayudantes, el rey contó con mi primo Pablo, su hijo Luis y, por supuesto, Luna, que ya es mayorcita.
Al día siguiente nos reunimos a comer con la familia política de mi sobrino Carlos en un restaurante de bastante prestigio de la sierra del Maigmó, que estaba cubierto de niebla, presagio del cambio atmosférico y del frío que hace.
Llevé los regalos de Reyes a mi madre, mi hermana y sus cuatro nietos, que ahora hay que usar el masculino genérico tras la llegada de Marc. Por cierto, por fin lo vi con los ojos abiertos y me pude hacer una foto con el rey de la casa.
¿Qué tal se han portado Sus Majestades con vosotros? No han sido particularmente generosos con vuestra amiga: una bufanda y una caja de bombones. Como me lo figuraba, me compré un par de libros que me apetecía tener, que dicen que la caridad bien entendida empieza por una misma. Que conste que no me quejo, que mi familia es el regalo de Reyes más importante.
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