Otro de los lugares donde podía parar el autocar era ante el estadio Santiago Bernabéu. Habida cuenta de que he visitado el Camp Nou, por qué no al eterno rival.
A su puerta vi un autobús con el anuncio de la gira estival española de Bruno Mars. Como las entradas se agotaron a los pocos minutos de salir a la venta (¡como si me las pudiera permitir!), me hice una foto delante, que es lo más cerca que estaré nunca del gran cantante.
Aunque nuestra clase política no se lo merece, raro sería ir a Madrid y no posar ante los leones del Congreso de los Diputados.
De allí continuamos el paseo hacia la Plaza Mayor, abarrotada más si por el mercadillo navideño.
Por la tarde cogimos un autobús urbano que nos paró justo delante de la Puerta de Alcalá, mírala, mírala. De todas las veces que he ido a Madrid esta ha sido la primera en fotografiarme con una de las señas de identidad de la capital.
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