Barcelona, 1957. Daniel Sempere y su amigo Fermín, los héroes de La Sombra del Viento, regresan de nuevo a la aventura para afrontar el mayor desafío de sus vidas. Justo cuando todo empezaba a sonreírles, un inquietante personaje visita la librería de Sempere y amenaza con desvelar un terrible secreto que lleva enterrado dos décadas en la oscura memoria de la ciudad. Al conocer la verdad, Daniel comprenderá que su destino le arrastra inexorablemente a enfrentarse con la mayor de las sombras: la que está creciendo en su interior. Rebosante de intriga y emoción, El Prisionero del Cielo es una novela magistral donde los hilos de La Sombra del Viento y El Juego del Ángel convergen a través del embrujo de la literatura y nos conduce hacia el enigma que se oculta en el corazón del Cementerio de los Libros Olvidados.
Mi querido amigo José Ángel me regaló en su día La sombra del viento, la primera parte de la tetralogía sobre el Cementerio de los libros olvidados, y a él debo también esta tercera parte, un regalo adelantado por mi santo.
La edición está muy cuidada, con letra grande y clara para mis ojos con presbicia.
Me ha encantado volver a la Barcelona de Zafón, a esa Barcelona mítica situada entre los años cuarenta y cincuenta. No me ha defraudado, la historia atrapa y mantiene el suspense. Pero lo que más me ha gustado es la forma que tiene este autor de escribir, me encanta cómo bebe de los clásicos como Dumas y logra pergeñar unos personajes como los de la novela realista decimonónica. Sus obras son un canto de amor a los libros y a los que amamos leer.
No obstante, me he topado con un inconveniente grave: pese a haber leído las dos novelas anteriores, con la que esta guarda relación directa, ¡no me acordaba de casi nada! Menuda frustración. Más de una vez os he hablado de mi memoria de pez, pero nunca me había quedado tan patente como ahora. Supongo que lo suyo sería repasar los libros anteriores, pero, qué queréis que os diga, ahora me da pereza. Mejor me espero a que se publique el cuarto.
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