Con la proximidad del día de la Constitución, era jornada de puertas abiertas en el Congreso y allí que nos encaminamos Jesús y yo a instancias mías. Con lo que despotrico de los políticos, mirad, no sé por qué me apetecía verlo. Había una cola tremebunda pero pudimos evitarla gracias a mis “privilegios”.
Antes de entrar, la seguridad es extrema, como la de los aeropuertos o más: hay que pasar bajo el arco detector de metales, quitarnos bolsos y mochilas, desabrocharnos chaquetas y abrigos, y dejar el DNI que nos devolvían una vez fotocopiado.
El recorrido tiene como punto de inicio el Vestíbulo principal o Vestíbulo de la Reina, al que da acceso la Puerta de los Leones, presidido por una estatua de Isabel II. A continuación pasamos al Salón de Conferencias, conocido como Salón de Pasos Perdidos; los Escritorios del Reloj y la Constitución.
El Hemiciclo, la gran estrella del recorrido. Parece mucho más pequeño de lo que se ve en la tele. Son dos las actividades obligadas: sentarse en los escaños y buscar las señales de los disparos del 23-F.
En la primera planta de Palacio, los ciudadanos tuvimos la oportunidad de recorrer la Galería de Retratos de los presidentes de la Cámara, obra de los principales retratistas de los siglos XIX y XX, y la Sala Mariana Pineda, en la que se reúne la Junta de Portavoces.
Luego vimos también la Sala Constitucional, denominada así en homenaje a los ponentes de la Constitución Española de 1978. Para despedirnos, nos obsequiaron con un ejemplar de la Constitución.
En la foto, la Constitución de Cádiz de 1812, la Pepa.
Todo el recorrido estuvo testimoniado fotográficamente por el buen ojo de Jesús, a quien podéis felicitar desde aquí.
2 comentarios:
Excelentes fotografías y modelo extraordinaria. Es el mismo lugar donde hace años los militares por poco y dan un golpe de Estado? Que hasta lo televisaron.
Pienso igual que johnny, la modelo y fotógrafo estupendos.
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