Perros de paja

Sinopsis:
En “Perros de paja (Straw dogs)” conoceremos al guionista de Hollywood David Sumner y a su mujer actriz Amy en el momento en que ambos se mudan juntos al pueblo natal de ésta en el sureste de Estados Unidos, después de la muerte del padre de Amy. Su plan es reparar y vender la casa de la familia mientras que David aprovecha la tranquilidad del lugar para terminar el guion en el que está trabajando. Pero no todo es tan bucólico como parece en Blackwater (Mississippi) y la llegada de los Sumner despierta antiguos resentimientos. Además, la pareja pasa por una crisis y la tensión va haciendo mella en su matrimonio, al tiempo que surgen viejos conflictos con algunos habitantes, sobre todo con el ex novio de Amy, Charlie, quien junto con sus amigos del pueblo acaba cruzando los límites de la tolerancia de David y del matrimonio Sumner. Todo desencadenará en una serie de acontecimientos que les llevará a una confrontación tremendamente violenta, intensificándose hasta llegar a un clímax catastrófico y terrible que destrozará la vida de todos los involucrados.

Vaya por delante que no he visto la original de Sam Peckinpah. ¿Hacía falta el “remake”? Probablemente no, como en la mayoría de los casos de calcos que abundan en las pantallas. ¿Por qué la he visto, pues? Porque sale el inmenso Alexander Skarsgård, cuya envergadura de sus casi dos metros de altura imponen, más que respeto, pavor, al pobre protagonista, un James Marsden que me suele gustar pero aquí lo veo un pelín flojo, al igual que la sosa de Kate Bosworth, no me explico qué le habrá visto Alex para haber salido tanto tiempo con ella. Peor está James Woods, más que sobreactuado.

Vuelvo a la película: sin poder compararla con la original, me ha parecido un producto bastante digno, que retrata las miserias de la América profunda, la del rifle, la del fundamentalismo religioso que adapta las citas bíblicas a su conveniencia, la de los triunfadores en la secundaria, campeones de fútbol o reinas de la belleza que se convierten en perros de paja si se quedan en el pueblo y no emigran a la gran ciudad en pos de otros objetivos. La película es muy violenta, sí, pero supongo que suavizar esas escenas sería en detrimento del espíritu del film.

Alexander mejora en cada trabajo nuevo, no físicamente porque es que ya no se puede estar más bueno, sino como intérprete, aunque aún le queda camino por recorrer hasta llegar a la altura de su padre, al que cada vez se parece más.


'Perros de paja (Straw Dogs)' - Tráiler español por elseptimoarte