martes, 7 de febrero de 2012

Palabra de escocés


El pasado septiembre Mari Pau nos comentó el maravilloso concierto al que asistimos, de la banda de música celta de Other Roads. Uno de sus integrantes, el violinista escocés Gregor Borland, vive en Agost. Por su Facebook me he enterado de que ha aparecido en prensa hablando sobre la independencia de Escocia. Aquí os copio la parte de sus declaraciones. Si queréis leer más testimonios, tenéis el enlace al final.

Palabra de escocés

Los escoceses están unidos políticamente a Inglaterra desde hace más de tres siglos, pero eso, en sus términos, no es mucho tiempo. Ya lo escribió Robert Louis Stevenson, que era de Edimburgo: «Esa es la marca de todos los escoceses: que mantienen una actitud hacia el pasado impensable en los ingleses, y recuerdan y aprecian la memoria de sus antepasados, buena o mala, y arde en ellos un sentido de la identidad con los muertos que alcanza incluso veinte generaciones». Vista con esa perspectiva, la prolongada convivencia con los ingleses y compañía es solo un suspiro, un paréntesis que se abrió hace poco y se puede cerrar: el ministro principal, Alex Salmond, quiere celebrar un referéndum sobre la independencia en otoño de 2014, aunque el primer ministro británico, David Cameron, se ha puesto bravucón y le ha retado a adelantarlo al año que viene. No deberíamos engañarnos: en ese debate están hablando de impuestos, de transferencias, de cuentas matemáticas sin grandeza ni épica, pero, tratándose de Escocia, resulta inevitable que acaben asomando los rasgos eternos de la identidad nacional y que, de fondo, suenen las gaitas.

«Para mí, ser escocés es un sentimiento muy poderoso. Yo estoy firmemente a favor de la independencia: es importante para nuestra identidad y se ha hecho esperar mucho. Tendríamos una voz más fuerte en Europa y en los asuntos mundiales. Escocia podría controlar su petróleo, los impuestos, las leyes, la educación o la inmigración», repasa Gregor Borland, un violinista tradicional procedente de Inverness, la capital de las Tierras Altas. Gregor, que vivió un tiempo junto al lago Ness, conoció a una española en un concierto en Edimburgo -«ella estaba allí aprendiendo inglés, o escocés...»- y ha terminado en Agost, provincia de Alicante, donde organiza cursos de una semana para enseñar a otros músicos los aires típicos de su tierra. ¿Cuántas veces le han tomado por inglés desde que reside en España? «Me han confundido a menudo con un inglés, sí. Pero, en eso, los peores son los propios ingleses, que siguen hablando de pasaportes ingleses, dinero inglés o monarquía inglesa, cuando no se trata de cosas inglesas sino británicas», reprocha.

El hecho de que un país se llame Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que esa es la denominación completa, ya indica que su estructura resulta un poco complicada, pero es cierto que muchas veces nos obstinamos en confundirlo todo: que levante la mano quien no haya usado alguna vez, por ignorancia o por despiste, la palabra 'inglés' para referirse al conglomerado entero. Y, sin embargo, todos somos capaces de reconocer sin ninguna duda a un escocés cuando lo vemos ataviado con su traje tradicional, mejor quizá que a ninguna otra nación del planeta. Gregor, que ha andado por medio mundo, ha comprobado el alcance universal de la condición de escocés: hace poco más de un mes, estuvo en los tradicionalísimos 'juegos de las Tierras Altas' celebrados en... Nueva Zelanda. Y le sigue sorprendiendo cómo, en Estados Unidos, casi todo el mundo invoca la existencia de algún ancestro con ese origen. «¿No es impresionante? ¡Hasta algunos americanos quieren ser escoceses!».

¿Demasiados tópicos? «Para mí -interviene Gregor Borland, el violinista-, el 'kilt', las gaitas o el whisky no son tópicos, sino una parte importante de nuestra cultura y nuestro legado. Si no los tuviéramos, no sé qué sería de nosotros. En cuanto a lo de que los escoceses somos ahorrativos, posiblemente tiene algo de verdad, pero cuidar nuestros recursos y nuestro dinero no es mala cosa. ¿Acaso no es eso lo que debe hacer un gobierno responsable?».


http://www.hoy.es/v/20120206/sociedad/palabra-escoces-20120206.html

4 comentarios:

Johnny dijo...

La independencia de un lugar siempre y cuando lo quieran todos es factible, se les apoya.

Mari Pau dijo...

Muy bien, que se celebre un referendum, y si gana el independentismo, lo democrático es que se acepte el resultado.

Mari Pau dijo...

Nuestra buena amiga escocesa Margaret (amiga mía y de mi marido), persona maravillosa, no es independentista, pero repito, lo que salga de las urnas, se tiene que aceptar.
Sospecho que Cameron accederá a celebrar referendum porque las encuestas son favorables a los no independentistas.

Mari Pau dijo...

Por cierto, Conchi, yo soy mediterranea de pura cepa pero me encanta la música celta. ¿No podría este hombre darme un curso de gaita por correspondencia?... Ahh, qué pena, llevo mal no vivir en mi pueblito siempre.