Annie (Kristen Wiig) es una treintañera soltera del Medio Oeste, con una vida sentimental más bien precaria, a la que Lilliam, su mejor amiga (Maya Rudolph), le pide que sea su dama de honor. Sin embargo, aunque nunca ha ejercido esa función, la pobre se esfuerza por dárselas de snob en la fiesta anterior a la boda. Mientras tanto, otra amiga de Lillian (Rose Byrne) hará todo lo posible por arrebatarle el papel a la inexperta Annie.
Atención: quien piense que esta es una azucarada comedia romántica al uso se equivoca por completo. Aquí hay bastante mala uva, lo que en parte me parece bien por ser más realista, pero por otra tampoco me la acabo de creer. Parece que pretenda demostrar que las mujeres somos iguales a los hombres en vulgaridad, franqueza sexual, lujuria, vulnerabilidad, excesos alcohólicos e inseguridad. Pues habrá de todas, pero servidora no se identifica con ese modelo.
¿Y de verdad existen mujeres que se vuelven locas, absolutamente histéricas, ante una proposición de boda? ¿Es que no hay vida aparte del matrimonio? Da la impresión de que su único objetivo en la vida es tener un bodorrio por todo lo alto, cuanto más hortera, mejor. No lo entiendo. Pero lo que escapa por completo de mi entendimiento es la obsesión de las pelis de ahora por mostrar personajes vomitando. ¿Qué gracia le encuentran?
En cuanto a la peli en sí, es irregular pero con algunos gags bastante divertidos, interpretados con solvencia por el grupo de actrices. Que no os asusten mis comentarios anteriores para desanimaros de verla porque tampoco es tan realista e iconoclasta como pretende, puesto que no falta el final feliz.
1 comentario:
No ameritaba irla a ver al cien, la he visto por internet y es pasable pero si abusa del tipo de comedia donde hay mucho grito y vómito. Como que la realidad norteamericana es algo salido de la realidad.
Publicar un comentario