"Para las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución se lanzó un concurso para realizar un monumento en su honor. El ganador fue un tal Pérez Becerril que proponía dos columnas para ambas celebraciones, definiéndolas como la Estela de luz, una obra de arte de inigualable belleza, una pieza única de la arquitectura mundial, como obra de arte y como pieza de ingeniería. Una estructura de 104 metros de altura y 9 de ancho, que sería elaborada en una estructura de acero inoxidable comprado en Finlandia, moldeada y forjada en tubos sobre los cuales se montarían 500 placas de cuarzo traslúcido que solo existe en Brasil y laminado en Italia. Inicialmente se pagaron 10 millones de euros, después acendió la suma a 20 millones mas: ya ha pasado mas de un año (las celebraciones quedaron en el pasado) y la tardanza le ha agregado otros 30 millones al asunto y como pueden ver solamente se colocó la primera piedra (por el presidente de México) y la obra hoy en día es solo un gran hueco en la capital con muchas varillas y concreto, pero no avanza."Todos esos millones salen de nuestros impuestos, las celebraciones fueron el año pasado y el país se perfila como uno de los que tienen las mitad de su población en extrema pobreza. Y yo me pregunto ¿Para qué demonios queremos el dichoso monumento a mas de un año de las celebraciones? México lindo y querido.
2 comentarios:
Supongo que como aquí, Johnny. Cuán fácil es dilapidar el dinero ajeno. Y cuán fácil dilapidar el propio cuando sale hasta por las orejas, como hacen los millonarios de Dubai, Arabia Saudí, Rusia... No es que me oponga a que quien tiene dinero que lo gaste en lujos, pese a que ayudar a la gente que lo necesita es mucho más enriquecedor, sino a que lo gaste en horteradas sin función ninguna y que muchas veces no resisten el más mínimo análisis estético.
Volviendo a vuestro país, Johnny, me temo que no tenéis el monopolio de los gobernantes manirrotos y con cuestionable sentido estético. Aquí hay también unos cuantos.
Como dice Carolina, en todas partes cuecen habas..., y también aquí se gastan el dinero público en tonterías.
Sin querer lanzar las campanas al vuelo, algún aire de ahorro se respira: el presidente de la Generalitat ha cancelado el ágape de la fiesta del 9 d'Octubre y la alcaldesa de Valencia ha suspendido la organización de un festival de cine por falta de medios. Esperemos que no derrochen por otro lado.
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