jueves, 2 de febrero de 2012

Anécdotas de políticos

El mejor de los dos

Con motivo de la segunda vuelta de las elecciones del año 2002 a la presidencia de la república francesa, se celebró un debate televisado en el que, los dos contrincantes, Lionel Jospin y Jacques Chirac pondrían sobre la mesa sus diferentes programas electorales.
El candidato socialista Jospin se dirigió a su oponente, haciendo gala de su fair play, de la siguiente manera:
- Que gane el mejor.
- Gracias- respondió Chirac.



La aguda respuesta de Mao

Un diplomático se estaba entrevistando con el Presidente de la República Popular China, Mao Tse-tung, cuando le realizó la siguiente pregunta:
-¿Qué habría pasado si, en lugar de haber matado a Kennedy, hubieran matado a Kruschev?
-Hay una cosa que es segura: Onassis no se habría casado con la señora de Kruschev- respondió el líder chino



Diferencia entre desgracia y catástrofe

En cierta ocasión, le preguntaron al Primer Ministro Británico Benjamin Disraeli sobre la “diferencia ente una desgracia y una catástrofe”:
-Lo entenderá usted enseguida: Si Gladstone* cayera al río Támesis y se ahogara, eso sería una desgracia; pero si alguien lo sacara del agua, eso sería una catástrofe

*William Ewart Gladstone era el rival político de Disraeli




Un cónsul preocupado

Dijo Cicerón en cierta ocasión:
-En toda la Historia hemos tenido sólo un cónsul, tan preocupado por el bien público que nunca durmió en el periodo de su consulado.
Le preguntaron quién había sido el cónsul.Y Cicerón dio el nombre:
- Caninio Resizio.
Se trataba de un romano que fue nombrado cónsul por la mañana y destituido esa misma tarde



Virtuoso orador

Conocida era la virtuosa facilidad para la oratoria de William Maxwell Evarts, que fue Secretario de Estado de los EE.UU. entre 1877 y 1881.
En cierta ocasión, tuvo que pronunciar un brindis tras la celebración del día de Acción de Gracias. Demostró su ingenio ante el resto de los comensales, diciendo:
-Le hemos dado toda nuestra atención a un pavo relleno de salvia, es hora de hacer caso de un sabio relleno de pavo.



La ropa interior de Gil Robles

En cierta ocasión, el Ministro de la Guerra durante la 2ª República, José María Gil Robles fue interrumpido por un contrincante político que le espetó:
-¡Su Señoría es de los que todavía lleva calzoncillos de seda!
A lo que Gil Robles replicó:
-No sabía que la esposa de Su Señoría fuese tan indiscreta

2 comentarios:

Johnny dijo...

Agudos, certeros y seguros los comentarios. Bien!!!

Conchi dijo...

Los políticos de ahora pasarán a la Historia por sus frecuentes meteduras de pata.