martes, 2 de noviembre de 2010

Tea Party


Obama tiene ahora las encuestas en contra porque les parece que pretende gastar mucho por un sistema sanitario en condiciones. Si de algo estoy orgullosa de España es por nuestro sistema sanitario. Aquí todo el mundo es atendido en cualquier hospital sea rico o pobre, sin pagar ni un duro; a nadie le dejan morir, al inmigrante más pobre se le atiende como a una persona que es, digna de la debida atención sin que por ello tenga que abonar nada. Eso es un logro, España tiene un sistema sanitario humanitario y de una alto nivel tecnológico, que lo pagamos entre todos y que lo disfrutamos todos. En Estados Unidos tienen un sistema sanitario patético, tercermundista, indigno, donde los que no tienen suficiente dinero mueren o malviven. Y Obama, que pretendía reformar esto, no le dejan: hay un movimiento ultraderechista facha (la señora Palin a la cabeza) que lo ridiculiza y lo pone a parir. Y encima parece que a los yanquis les gustan estos del Tea Party. Hay que ver.

5 comentarios:

Johnny dijo...

La fulana dijo en una entrevista que Obama quiere hacer socialista a EEUU y ella no lo va apermitir, prefiere ser como la Alemania Nazi (aunque Naza significa nacional cocialista, quién la entiende?)

ana dijo...

Si Obama pretende llevar algo tan elemental como los principales derechos a todos, y eso lo ven mal los estadounidenses?

Conchi dijo...

Alguna vez hemos comentado en el blog que cada país tiene a los gobernantes que se merece.

Menos mal que Obama aún tiene mayoría en el senado. Esperemos que le sirva para llevar a cabo sus reformas prometidas, entre ellas, acercar la sanidad pública a millones de estadounidenses menos favorecidos.

Johnny dijo...

Aquí al igualque en Estados Unidos, el sistema de salud espésimo, la gente que no tiene se muere.

carolina dijo...

Yo creo que detrás del ascenso del "Tea Party" hay muchas cosas. En primer lugar, parece que los americanos se han decepcionado mucho con Obama: se han creído sus propias películas y creen que el Presidente de los Estados Unidos puede hacer lo que realmente quiere. Pues no, señor. Detrás del Presidente hay una administración, muchas veces heredada y muchos intereses que siguen igual de vivos aunque el presidente haya cambiado. Todo tiene una inercia, para bien o para mal. Aparte de eso, ya sabemos que es muy fácil hacer promesas cuando uno está en campaña y los toros se ven muy bien desde la barrera, cuando los lazos de la razón de Estado no te atan de pies y manos. Así que "Yes, we can... sometimes"
Por otra parte, el norteamericano medio siente, y a veces incluso piensa conscientemente, que su país está perdiendo el papel hegemónico en el mundo. Para remediarlo, nada mejor que volver a los valores del pasado, a esos que hicieron "grande" a América, antes de que los malditos hippies lo estropearan todo.
Por eso, queridos blogueros, ese esperpento político conocido como "Tea Party" ha arrasado en estas elecciones: entre la desmotivación de quienes votaron a Obama y la astuta movilización del "deep country", lo han tenido relativamente fácil. Ahora bien, lo mismo que le ha ocurrido a Obama les puede ocurrir a ellos mismos. Una vez que han llegado a los escalones del poder, ya veremos cómo se las arreglan para cumplir las expectativas que han creado entre sus frustrados votantes. Lo tienen difícil: que yo sepa, nadie hasta ahora ha podido hacer retroceder el tiempo y volver a los "dorados" años 50. Bueno, sí, Marty McFly lo consiguió, pero ésa es otra historia.