lunes, 9 de enero de 2012

De muerto en peor

Sinopsis:
La octava entrega de los libros escritos por Charlaine Harris que han inspirado la famosa serie de televisión TrueBlood (Sangre fresca)
La comunidad sobrenatural de Bon Temps, Luisiana, se está recuperando de dos duros golpes: el desastre natural del huracán Katrina y los acontecimientos de la cumbre vampírica el mes anterior en la norteña ciudad de Rhodes. Sookie Stackhouse está a salvo, aunque un poco aturdida, deseando ansiosamente que todo vuelva a la normalidad. Pero la normalidad no termina de llegar. Demasiados vampiros ––algunos amigos, otros no–– han sido asesinados o heridos, y su novio tigre, Quinn, está en el grupo de los desaparecidos.

Las cosas están cambiando, les guste o no a los cambiantes y vampiros de su rincón de Luisiana. Y Sookie, amiga del grupo y con un vínculo de sangre con Eric Northman, líder de la comunidad vampira local, se ve en mitad del meollo de cambios.
En las subsiguientes batallas, Sookie ha de enfrentarse al peligro, la muerte, y una vez más, a la traición de alguien a quien quiere. Y justo cuando todo el pelaje ha terminado de volar por los aires y toda la sangre fría ha terminado de fluir, su mundo se verá alterado para siempre…

Ya os he hablado de entregas anteriores de Sookie y compañía. Me lo paso pipa con estas novelas, mezcla de fantasía, aventuras, humor y erotismo. La serie no sigue muy al pie de la letra las evoluciones narrativas, pero no importa: hay que saber diferenciar ambos medios y disfrutarlos por igual.
Lástima que la serie no haya triunfado mayoritariamente en España a causa de una terrible programación. Aun así, son muchos los seguidores que, como yo, se la bajan de la red y leen los libros.
En la promoción de la última temporada televisiva, una revista empleó una ingeniosa parodia del conocido cuadro American Gothic, de Grant Wood de 1930. El cuadro ilustra a un granjero sujetando una horca y a una joven mujer, enfrente de una casa de estilo gótico rural. Es una de las imágenes más conocidas del arte estadounidense del siglo XX y se ha convertido en un icono en la cultura popular, una de las imágenes del mundo moderno más reconocidas y parodiadas. Wood quería representar los roles tradicionales del hombre y la mujer, ya que el hombre sujeta un rastrillo simbolizando el trabajo duro. El cuadro se encuentra expuesto en el Instituto de Arte de Chicago.

1 comentario:

Johnny dijo...

No soy muy de vampiros, pero creo que esta serie supera a las peliculas de "Crepúsculo", las cuales he visto por insistencia de mi hija mayor, pero no ha habido ninguna que me llene.