miércoles, 11 de enero de 2012

Immortals

Sinopsis:
Un maléfico peligro amenaza la Tierra: enloquecido por el poder, el brutal rey Hiperión (Mickey Rourke) ha declarado la guerra a los hombres. Después de reunir a un ejército sediento de sangre formado por soldados que él mismo mandó desfigurar, Hiperión quema Grecia mientras busca un arma de poder inconcebible: el legendario arco Epiro, hecho por Ares en el Olimpo. El hombre que posea ese arco podrá liberar a los Titanes, que están encerrados en el monte Tártaro desde el principio de los tiempos, y claman venganza. Sin embargo, en manos de Hiperión, el arco significaría la destrucción de la raza humana y la aniquilación de los dioses. Pero, como la ley prohíbe que los dioses se entrometan en los conflictos humanos, nada pueden hacer para detener al rey. Pero la esperanza renace cuando Zeus encomienda al campesino Teseo (Henry Cavill) la misión de acabar con Hiperión. Después de reunir a un grupo de hombres entre los que se encuentra la visionaria sacerdotisa Fedra (Freida Pinto) y el astuto esclavo Stavros (Stephen Dorff), el héroe se pondrá al frente de la rebelión.

Fuimos al cine a ver esta peli. Mi principal incentivo era el suculento Henry Cavill, a qué disimularlo. Aquí sale con un cuerpazo muy currado pero no demasiado favorecido de cara, un tanto chupado y con unos ricitos que no le favorecen.

La peli, muy violenta; apenas entretenida, lo que es una pena, pues creo que se le podría haber sacado más partido a las aventuras mitológicas de Teseo (Deseo lo llamaría yo más bien) y compañía. Los dioses están macizos también pero ni tanta belleza compensa la fealdad de ese engendro llamado Mickey Rourke, el hombre que peor ha envejecido de la historia del cine.

2 comentarios:

Mari Pau dijo...

Qué pena que el Cavill no luzca con todo su esplendor y que la película sea así de mala.

Johnny dijo...

También me habían dado malas referencias de la peli y ahora lo ocnfirmo contigo. Mickey Rourke no solo ha envejecido mal, sino que el botox y las cirugías han sido con doctores que sacaron su título en una carnicería de seguro.