"Esta es la sorprendente historia de Violet Jessop, una mujer que en el corto periodo de cinco años sufrió tres accidentes marítimos a bordo de los barcos más grandes e importantes de su época: Olympic, Titanic y Britannic. Gracias a su belleza y juventud, Violet consiguió un empleo como camarera a bordo del Olympic, un trabajo que solía ser desempeñado por mujeres de mediana edad. En él se encontraba cuando este colisionó, el 20 de septiembre de 1911, con el buque de la Royal Navy, HMS Hawke. No hubo víctimas mortales, pero ambos barcos sufrieron importantes daños. La labor y entrega de la joven, que por aquella época contaba con 24 años de edad, era encomiable, pues trabajaba 17 horas diarias por poco más de 2 libras esterlinas al mes y sin perder ni un momento la sonrisa de su rostro. Su entrega y dedicación hizo que los gerentes de la naviera le propusieran incorporarse al segundo de sus transatlánticos, el Titanic, como parte del servicio que atendería en los camarotes de primera clase. 23 fueron las elegidas para ocupar ese distinguido puesto, entre las que se encontraba ella. Violet prefería continuar trabajando como camarera a bordo del Olympic, donde llevaba varios meses y conocía a la perfección sus funciones y a todo el personal. Pero, finalmente, aceptó formar parte de la tripulación del Titanic gracias a los consejos que recibió por parte de su familia y amistades, que la animaron a embarcarse en el barco de pasajeros más grande y lujoso del mundo, superando en capacidad al primero de los tres transatlánticos construidos por la White Star Line.El 10 de abril de 1912 zarpaba del puerto de Southampton el Titanic. A bordo viajaban 3.547 personas, entre pasajeros y tripulación, y una de ellas era Violet, la cual estaba emocionada por realizar tal histórico viaje en el mejor barco construido hasta la fecha. Pero, tras dos días en alta mar, el transatlántico chocaría fatalmente con un iceberg. Tras el traumático accidente, Violet permaneció un tiempo sin trabajar a bordo de un barco, aunque la compañía naviera le siguió respetando su contrato laboral. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial hizo que, en 1915, la White Star Line tuviera que poner a disposición del gobierno británico su tercer transatlántico recién estrenado, el Gigantic, que tuvo que ser rebautizado como Britannic tras el desastre del Titanic. El Britannic se convirtió en un buque hospital y era también utilizado como medio de traslado de las tropas. Violet se incorporó como enfermera a la Cruz Roja y se le destinó a prestar servicios a este barco, debido a su perfecto conocimiento del mismo, ya que era de una construcción y disposición similar a sus antecesores. Pero una tragedia volvía a estar presente de la vida de Violet. El 21 de noviembre de 1916, el Britannic se encontraba navegando por el Mar Egeo cuando impactó con una mina que explotó y causó grandes daños en su casco. La mayoría de las personas que se encontraban a bordo del barco pudieron salvar sus vidas, a excepción de 29. Entre los supervivientes se encontraba Violet, que saltó al agua desde el bote salvavidas en el que se encontraba, poco antes de que este fuese succionado y destrozado por una de las hélices del transatlántico. Violet se jubiló en 1950 y vivió retirada en una pequeña granja que había adquirido hasta su fallecimiento por una insuficiencia cardiaca en 1971, cuando contaba con 84 años de edad".
Es una historia increíble, pero cierta. Bien dicen que "cuando le toca le toco y cuando no ni aunque se ponga".
3 comentarios:
Tan increíble como la misma vida. Unos parecen que por muchos avatares negativos por los que cruce, jamás morirán y a otros por contra, basta y sobra con un diminuto virus para quitarlo del medio. La vida, a veces tan efímera como incomprensible. Saludos.
Saludos mi amigo.
La señora no necesitó jugar a la lotería.
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