jueves, 3 de febrero de 2011

Caín


Sinopsis:
Si en El Evangelio según Jesucristo José Saramago nos dio su visión del Nuevo Testamento, en Caín regresa a los primeros libros de la Biblia. En un itinerario heterodoxo, recorre ciudades decadentes y establos, palacios de tiranos y campos de batalla de la mano de los principales protagonistas del Antiguo Testamento, imprimiéndole la música y el humor refinado que caracterizan su obra.

Caín pone de manifiesto lo que hay de moderno y sorprendente en la prosa de Saramago: la capacidad de hacer nueva una historia que se conoce de principio a fin. Un irónico y mordaz recorrido en el que el lector asiste a una guerra secular, y en cierto modo, involuntaria, entre el creador y su criatura.


Conocida era la postura anticatólica del premio Nobel y me imagino que la publicación de Caín levantaría ampollas en los sectores eclesiásticos. En mi opinión, no creo que sea para tanto, más que nada porque poco se le puede rebatir. Saramago carga aquí contra el Dios vengativo, iracundo, caprichoso y fundamentalista del Antiguo Testamento, aquel que ensalza a Abel para aplastar a Caín, el que destruye Sodoma y Gomorra sin salvar a los posibles inocentes que hubiese, el que manda a Abraham que sacrifique a Isaac, o el que arrebata todo a Job sólo por la vanidad de saber hasta qué punto lo ama. Caín viaja en el tiempo y asiste a estos y otros episodios bíblicos. Como licencia literaria me vale. Lo que me saca de quicio es que el autor prescinda de las mayúsculas en los nombres propios y de los signos de interrogación. Es que no le veo la gracia ni el propósito. Como última reflexión, cuán pocos son los escritores que se atreven a meterse con el Corán.

4 comentarios:

Mari Pau dijo...

Porque hoy en día si te metes con el Corán vives con la amenaza de muerte; igual pasaba con la inquisición cristiana en siglos pasados, que te quemaban viva. Si un ente superior existe se estará llevando las manos a la cabeza porque la máxima obra inteligente?de su creación mata en nombre de las distintas religiones.
Pregunta metafísica del millón, si los humanos queremos creer en un ente creador nuestro y protector, ¿quién lo creó a él? Supongo que es cuestión de fe creer que surgió de la nada.

Juanfra dijo...

Caín y Abel, según la Biblia, fueron los hijos de Adán y Eva, si estoy bien enterado que puede que no. Dios les dijo a sus progenitores "creced y multiplicaos", cosa que obedecieron encantados. Caín y Abel fueron los encargados de seguir inventando la raza humana, antes de matar el uno al otro. Pero mi pregunta es: ¿Con quien se acostaron? Tan mal visto como está el incesto ¿seremos fruto de un? A levantar más ampollas.

Johnny dijo...

Las cuestiones religiosas crean polémica y nunca llegaremos a ningún acuerdo. La scuestiones de fe son eso y no hay explicación lógica, ambas no se mezclan.

carolina dijo...

Está bien que Saramago sea irreverente con el punto de vista oficial respecto al asunto de caín y Abel, pero tiene que saber que a él le puede pasar lo mismo. Es decir, que la cultura oficial sostiene que es un gran escritor, pero alguien puede llegar a pensar que es bastante plomo.
No lo digo por mí, ojo. Reconozco humildemente que no he leído nada de él, pero sí he escuchado comentarios de quienes sí le han leído. Y son para todos los gustos.