viernes, 30 de noviembre de 2007

Pervertidos por Barrio Sésamo


Increíble pero cierto. Los primeros DVDs de Barrio Sésamo han sido calificados en los EE.UU. con la categoría de "para adultos". Los entrañables teleñecos que nos sirvieron de entretenimiento y hasta de educadores a tiempo parcial (¿quién no aprendió con Coco lo que era "arriba y abajo" o "cerca y lejos"?) son ahora poco o nada apropiados para la infancia.

Según se comenta en el propio NY Times, en el primer episodio de Barrio Sésamo, que se emitió en noviembre de 1969, una niña se hacía amiga de un desconocido que la invitaba a su casa a comer leche con galletas, algo que, ante los continuos casos de pederastia, hoy sería inconcebible. También hay una escena en la que Epi le pide a Blas que le pase el jabón mientras está en la ducha. Hace ya tiempo que saltó la polémica sobre si los dos muñecos que vivían en un bajo algo cutre eran una pareja gay y por lo tanto peligrosos para los niños.

Asimismo, el Monstruo de las Galletas aparecía... ¡¡fumando en pipa!! Y lo que es peor... ¡¡después se la comía!! La propia productora ejecutiva de "Sesame Street", Carol-Lynn Parente, ha comentado que han tenido que volver a rodar toda la escena eliminando ese "gag" y sustituyéndolo por otro, pues la actitud de Triki "modelaba el comportamiento equivocado" (para los infantes, se entiende).

Así que ya lo sabéis: todos los que veíais Barrio Sésamo habéis sido modelados con el comportamiento equivocado. ¿O acaso pensabais que ver a un erizo caminando en pelotas todo el día no iba a tener repercusión sobre vuestras inocentes cabecitas?

2 comentarios:

carolina dijo...

A ver, ya sabemos que todo depende de los ojos del que mira. Si aplicamos a los cuentos y personajes infantiles nuestras comeduras de tarro de adultos, entonces, apaga y vámonos. Lo único que se salvaría serían los Fructis (y a lo mejor ni ellso) y un pato insoportable y políticamente correcto que se llamaba Alfred J. Quack, si mal no recuerdo.
Naturalmente que los contenidos de programas y libros para niños van "contaminados" con nuestras neuras de adultos, muchas veces de forma inconsciente. Y yo me pregunto: ¿acaso podría ser de otra manera? Bueno, tal vez si los encargados de escribir libros o guiones de series de TV para niños fuesen los propios niños o unos adultos que viviesen como ermitaños en el mundo de yupilandia para que no llegara ninguna influencia nociva hasta ellos, pues tal vez se podrían elaborar historias y personajes más aceptables.
Lo que yo no entiendo es cómo alguien puede considerar que todos los niños son como una tábula rasa en la que se sobreimpresionan sin mediación los contenidos de los libros, los videojuegos y las películas. Es decir, lo que les forma es el conjunto de una serie de factores muy complejos que suele ser una suma de su propia idiosincrasia, de lo que ven a su alrededor en la vida real y finalmente de lo que llega hasta ellos a través de libros, videojuegos y otros medios de comunicación. Así que deducir que ver una escena de Barrio Sésamo en la que una niña entra sin temor en casa de un hombre o monstruito bondadoso predispone a los tiernos infantes a ser víctimas de pederastas, como si desde la familia no se les advertiese de lo que tienen o no tienen que hacer, me parece que es pasarse tres pueblos.
Por último, me parece muy curioso eso de aplicar la lupa a los entrañables personajes de ficción y no cuestionar las condiciones de la vida real que hacen que los niños crezcan en un mundo cada vez más inhóspito para ellos.
Menos corrección política llevada a su extremo y más parques y puestos de trabajo dignamente pagados y que dejen tiempo a los padres para estar con sus hijos. Todo lo demás son giliflauteces.
Ea.

Sonia dijo...

Increíble, no se puede ser más ridículo. También he oído que en no sé qué país han censurado Heidi porque se le veía la ropa interior... sin comentarios.
No puedo con este tema niños - mala influencia de la televisión, no estoy de acuerdo con que se regulen los contenidos, ni con el horario protegido, ni con que se retiren programas porque se quejen las asociaciones de padres... A ver, que los niños no tienen ninguna obligación de estar delante de la tele todo el día, la tele es un entretenimiento y cada uno elige el momento de verla, no tiene ninguna responsabilidad en la educación de nadie!!! Esos padres preocupados que se dejen de tonterías y que se ocupen de educar a sus hijos!