viernes, 8 de febrero de 2013

Hysteria



Sinopsis:
Inglaterra, finales del siglo XIX. El doctor Joseph Mortimer Granville inventó el primer consolador eléctrico para tratar lo que se conocía como histeria femenina, cuyos síntomas incluían insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, irritabilidad o pérdida de apetito. 

Confieso que cuando vi la película pensé que todo era una broma, y no me refiero a la invención del primer consolador eléctrico, sino al concepto de la sexualidad femenina que tenían en la época victoriana, de que pensasen que cualquier comportamiento nervioso o fuera de los cánones de la más rígida educación y comportamiento en sociedad en la mujer obedecía a la histeria. Lo más curioso, empero, es que era habitual entre las clases opulentas someterse a tratamiento médico.

Dicho tratamiento consistía en el masaje digital del clítoris por parte del médico de las pacientes aquejadas de histeria, una enfermedad que curiosamente solo afectaba a la clase  pudiente y que se manifestaba con nerviosismo, ataques de ansiedad, etc. Todo ello desaparecía con un orgasmo. O sea, que las señoronas iban al médico a que las masturbaran. No es broma, repito, ese era el tratamiento médico para una enfermedad que era el resultado de la opresión sexual en la mujer de la época victoriana.

Por mucho que el tema pueda parecer grosero u ofensivo a algunos, no lo es en absoluto. Está tratado en tono de comedia y se ve con agrado, pese a que no es una película redonda. Por ejemplo, deja que desear la falta de química entre los protagonistas. En cambio, qué divertido está mi querido Rupert Everett, como mecenas y codescubridor del invento.

En fin, una comedia sencilla, entrañable y completamente blanca a pesar del tema que trata.


1 comentario:

Johnny dijo...

Es algo increíble que en esa época tuvieran que asistir al médico para desahogar tanta tensión por no estar satisfechas sexualmente hablando. Tratarlo con la ligereza de una comedia le da un giro muy interesante. Habrá que verla.